Científicos crearon un “marcapasos cerebral” que ayuda a personas con Alzheimer

El tipo más común de demencia es debido al Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa causada por la destrucción progresiva de las neuronas cerebrales. Así, los pacientes padecen una pérdida progresiva de sus funciones cognitivas.

Y no solo de la memoria. También de su capacidad para prestar atención, solucionar problemas o tomar las decisiones adecuadas. Una capacidad que resulta absolutamente esencial para la vida diaria y la independencia y cuyo deterioro no se puede revertir. Tampoco ralentizar.


O hasta ahora, porque un grupo de científicos de Estados Unidos desarrolló un “marcapasos cerebral” que ayuda a las personas que atraviesan esta terrible enfermedad discapacitante.

Este aparato, una vez implantado, estimula constantemente una parte del cerebro del paciente y logra así mejorar sus capacidades cognitivas y funcionales en la vida cotidiana.

“Tenemos muchas herramientas y tratamientos farmacéuticos para ayudarlos con su memoria, pero nada que los ayude a mejorar su toma de decisiones o aumentar su capacidad para centrar la atención y evitar distracciones”, explicó el profesor de la Universidad Estatal de Ohio Douglas Scharre, coautor del estudio, publicado en la revista científica Journal of Alzheimer’s Disease.

El Alzheimer, que constituye entre el 60% y el 70% de todos los casos de demencia, afecta a un total de 30 millones personas en todo el planeta y, al día de hoy, carece de cura. De hecho, ni siquiera hay un tratamiento capaz de frenar su progresión.

LaVonne Moore, abrazada por su marido, tiene implantado un marcapasos cerebral

Efecto del marcapasos

Según los investigadores, el estudio tuvo por objetivo evaluar si la implantación quirúrgica de un ‘marcapasos cerebral’ –el dispositivo es similar a los marcapasos que se implantan en el corazón– para la estimulación cerebral profunda de los lóbulos frontales puede mejorar las capacidades cognitivas, comportamentales y funcionales de los pacientes con Alzheimer.

Pero, ¿por qué en los lóbulos temporales y no en otras regiones del cerebro? Como indica Douglas Scharre, “los lóbulos frontales son responsables de nuestra capacidad de resolver problemas, de organizar y planificar, y de emplear nuestro juicio adecuadamente”.

Así, descubrieron que el marcapasos cerebral es capaz de ralentizar el deterioro cognitivo, comportamental y funcional asociado al Alzheimer.

Los resultados, si bien alcanzados con únicamente tres participantes, mostraron que este marcapasos cerebral, cuyos cables muy delgados se insertan en los lóbulos frontales, ralentiza el deterioro de todas las capacidades cognitivas de los pacientes con Alzheimer en fase leve o moderada, mejorando notablemente su calidad de vida.

Los autores destacan el caso de LaVonne Moore, una mujer de 85 años diagnosticada con Alzheimer que cuando fue incluida en el estudio en el año 2013 se mostraba ‘remisa’ a prepararse la comida. Sin embargo, tras dos años de estimulación cerebral profunda con el nuevo marcapasos era totalmente capaz por sí misma de seleccionar los ingredientes y de hacerse la comida –si bien no demasiado compleja–. Pero aún hay más. También era capaz de planificar sus salidas del domicilio, planificando siempre el transporte y su destino, fijándose en las condiciones climáticas y cogiendo el dinero suficiente. Y a ello se suma que también podía escoger y combinar su atuendo.

Entonces, ¿el marcapasos revirtió el deterioro cognitivo de LaVonne? No, pero frenó, y mucho, su progresión. Como indica Tom Moore, marido de LaVonne, “la enfermedad ha progresado, pero de una forma mucho más lenta de lo que esperaba”.

El resultado es que LaVonne es la paciente que ha tenido Alzheimer durante más tiempo que cualquier otra persona que conozca. Y aunque esto suene negativo, en realidad es positivo porque demuestra que estamos haciendo algo bueno. De hecho, LaVonne nunca dudó en presentarse como voluntaria para el estudio: “Haría cualquier cosa para ayudar a que los demás no tuvieran que pasar por lo mismo que ella”, dijo.

Mejor, sin pasar por el quirófano

En este contexto, debe tenerse en cuenta que este marcapasos cerebral para la estimulación cerebral profunda, o cuanto menos su ‘concepto’, quizás no sea tan novedoso. Sea como fuere, lo importante es que parece que funciona.

Ali Rezai, codirector de la investigación, destacó que “esta misma tecnología ya ha sido utilizada con éxito para tratar a más de 135.000 personas con Parkinson de todo el mundo. Nuestros resultados sugieren que la modulación de la red neuronal frontal para mejorar los déficits ejecutivos y del comportamiento debería seguir siendo investigada en los pacientes con la enfermedad de Alzheimer”.

Entonces, ¿cuál será el próximo paso? La idea es realizar un estudio con un número mayor de pacientes para ver si se confirman los resultados. Y asimismo, tratar de encontrar otros métodos que, igualmente pero sin tener que recurrir a la cirugía, estimulen los lóbulos frontales, para así contar con otras opciones terapéuticas menos invasivas capaces de ralentizar los síntomas del Alzheimer. Los autores ya se han puesto manos a la obra.

Fuente: Infobae


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