A 51 años del tornado de San Justo, el más fuerte de Sudamérica

El Tornado de San Justo fue un tornado categoría F5 que afectó a la ciudad argentina de San Justo (provincia de Santa Fe) el día miércoles 10 de enero de 1973, causando 63 muertes, más de 200 heridos y millones de pesos en pérdidas materiales.

Es el único tornado de tal magnitud registrado en la Historia no solo de Sudamérica, sino de todo el hemisferio sur. Este tornado fue estudiado por Tetsuya Fujita (uno de los creadores de la escala Fujita-Pearson) y lo calificó como el tornado más intenso registrado fuera de los Estados Unidos.


El tornado succionó casi toda el agua de una laguna cercana.

Según los testigos, la tierra temblaba como si un avión a reacción estuviera aterrizando sobre las viviendas.

El tornado cambió de color: comenzó con una coloración violácea, para después en plena acción devastadora se tornó rojizo (debido al contenido de polvo de ladrillo de los escombros).

Un automóvil que se encontraba estacionado frente a un hotel apareció convertido en chatarra sin motor a 300 m, otros vehículos por la presión del viento se encontraron totalmente destruidos e irreconocibles.

Un remolque con piso metálico fue sepultado en una zanja de dos metros de profundidad.

Un carro para reparto de soda, fue arrojado 300 m de donde se encontraba, golpeó contra una casa de dos plantas. El caballo que lo remolcaba quedó vivo, sobre la copa destrozada de un eucalipto.

Según testigos, varios camiones con acoplado giraron enloquecidamente en el suelo. Uno de ellos, después de esquivar varias casas, cayó en el fondo de una huerta.

En una concesionaria de tractores y máquinas agrícolas, los tractores «cero kilómetro» (o sea, nuevos) fueron encontrados en un bosque a 500 m del negocio. Estaban irreconocibles, algunos sin ruedas, sin motor, etc

En las inmediaciones de las vías del ferrocarril se encontraba un tambo: el tornado levantó a todas las vacas a más de 30 m de altura para luego aplastarlas contra el suelo.

Un vecino industrial de San Justo, que perdió gran parte de su casa, estimó que la cantidad de muertos fue escasa en relación a la acción devastadora del tornado.

Una familia formoseña (el padre, la madre y tres hijos) habían pasado las fiestas navideñas en Buenos Aires, donde se encontraban sus familiares. Regresaban por la ruta 11 rumbo a Formosa en un automóvil Falcon color amarillo. Al llegar al paso a nivel del ferrocarril Belgrano se asustaron al advertir la fuerza de la tormenta. El automóvil casi no avanzaba. El padre les dijo a la madre y a los hijos que cerraran los vidrios de las ventanillas mientras trataba de estacionar en la cuneta. «Vamos a esperar a que pase la tormenta», dijo el hombre. En ese momento estallaron los cristales, y el automóvil comenzó a volar alocadamente, mientras se arrancaban las puertas. La mujer se desmayó. Cuando se recuperó estaba acostada en el suelo con heridas leves en medio de un barrio de San Justo lleno de escombros de casas destruidas. Falleció toda la familia.

El tornado levantó por el aire a cuatro personas que caminaban por la ruta 11, y las arrojó a un bosque de eucaliptos a 600 m, donde fueron recogidas dos días después. Los cadáveres estaban irreconocibles, sin ropas, en la copa de los árboles.

Fuente: Wikipedia


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