UNA MULTITUD DESAFÍA AL TERRORISMO EN BARCELONA: “NO TENEMOS MIEDO”

No temim por” (No tenemos miedo). El grito resonó ayer con fuerza en el centro de Barcelona, muy cerca del lugar donde el jueves más de una decena de personas murieron atropelladas por un utilitario y más de un centenar resultaron heridas en un ataque reivindicado por el Isis. En medio de la conmoción, miles de catalanes, hasta 150 mil, según el ayuntamiento, homenajearon a las víctimas en la céntrica Plaza de Catalunya, entre ellas el rey español Felipe VI, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el del Ejecutivo de la región de Cataluña, Carles Puigdemont.

Paralelamente se conocían las identidades de algunas de las víctimas, entre ellas la de una ciudadana hispano-argentina, que vivía en España desde hacía una década y otra italiana de 80 años, con residencia en Argentina desde larga data, confirmó la Cancillería.


Poco antes del mediodía, una multitud que la Guardia Urbana barcelonesa calculó en 150.000 asistentes ya se había unido al acto convocado por las autoridades catalanas, al que asistieron las principales autoridades del país. A raíz de la tragedia, el rey Felipe VI y Mariano Rajoy, así como el presidente catalán, Carles Puigdemont, dieron una imagen inédita de unidad, en pleno proceso de secesión de Cataluña, contra el terror yihadista del Estado Islámico (EI). La Catedral hizo sonar campanadas en recuerdo a las víctimas que dejó la masacre cometida en pleno corazón de Barcelona, dando paso al minuto de silencio sobrecogedor y emotivo protagonizado por una multitud. A pesar del dolor, fueron miles las personas que de pie, en la plaza y los alrededores, con lágrimas en los ojos, abrazados y algunos con las manos en alto mostraron firmeza y determinación frente a quienes quieren sembraron el terror con un acto que pretende infringir miedo entre los ciudadanos.

Entre los participantes no solo se encontraban ciudadanos de Barcelona, sino también turistas, entre ellos italianos, franceses, alemanes e ingleses, conscientes de que cualquiera de ellos hubieran podido ser víctimas del ataque del día anterior. La multitud fue ingresando en un compacto silencio después de atravesar estrictos controles, que demoraban el avance y obligaban a los participantes a esperar los exhaustivos registros de bolsos, mochilas o carteras, que hacían los agentes de seguridad.

Unión

La plaza se fue llenando desde el lado sur de la plaza, incluso por la propia Rambla. Centenares quedaron fuera del lugar, atestado de manifestantes en pleno proceso de secesión de Cataluña, y acordonado férreamente por las fuerzas de seguridad. “Barcelona unida contra el terrorismo”, decía una pancarta de cartón que llevaba un vecino. “En esta Rambla toda del mundo sois bienvenidos y no nos asusta esta lacra de cucarachas (Aquí somos de paz)”, rezaba otro cartel. Tras los aplausos, que fueron expandiéndose por varios minutos en las calles adyacentes a medida que el rumor de la ovación iba llegando a los que habían quedado fuera, llegó el mensaje a viva voz de los asistentes: “No tina por” (No tenemos miedo). “Es necesario que todos estemos aquí enviando un mensaje de paz y unidad, los catalanes y los españoles, juntos”, dijo Aurora Martínez Ruiz, una barcelonesa concentrada en la plaza Cataluña. “Barcelona es el símbolo cosmopolita, aquí vive gente de todas las nacionalidades, todas las razas, y no nos podrán dividir”, añadió su amiga Marta Cross.

“Gracias por venir”, gritaron algunos catalanes dirigiéndose al rey Felipe VI cuando abandonaba la plaza, mientras en un momento del homenaje, tras los aplausos, un sector de los presentes en la plaza abucheó a Rajoy. En catalán y en castellano, el mensaje fue el mismo, el de la unidad, el respeto y la consternación frente a un acto cruel que dejó 13 muertos y más de 120n heridos sólo en Barcelona. El espíritu de unidad ante el ataque fue tan intenso que cuando una mujer hizo ondear una bandera española, quienes la rodeaban le gritaron “¡No hay banderas, no hay banderas!”, y fue aplaudida cuando la guardó.

A los homenajes se sumó también ayer el equipo de fútbol local, el Barcelona, que antes de iniciar el entrenamiento para el encuentro con el Betis, el domingo que viene, honró a las víctimas con un minuto de silencio. El minuto de silencio se guardó además en diversas alcaldías, fábricas y oficinas en todo el país.

Víctima argentina

Paralelamente, una mujer argentina con doble nacionalidad, que vivía en España desde hacía una década y otra italiana de 80 años, con residencia en nuestro país desde larga data, se cuentan entre las víctimas fatales de los atentados terroristas de Barcelona, confirmó la Cancillería argentina. En sendos comunicados difundidos anoche, la Cancillería confirmó que dos de las 14 víctimas fatales del atentado terrorista ocurrido en Las Ramblas de Barcelona tienen doble nacionalidad en el primero de los casos, y la otra residía en Argentina desde hacía mas de 60 años, siendo italiana. El Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó ayer que la víctima es Silvina Alejandra Pereyra de 40 años, que vivía en Barcelona desde hacía 10 años. Según trascendió, sus padres residirían en Bolivia y que en Argentina vivió en el barrio porteño de Barracas. Una prima fue la encargada de identificar a la mujer víctima del ataque. Durante las primeras horas, las autoridades habían considerado que la mujer era ciudadana española, pero tras realizar las averiguaciones correspondientes se supo que tenía doble nacionalidad (argentina-española).

Heridos

En tanto, la Embajada Argentina en España confirmó que, entre los 77 heridos incluidos en listado oficial, dos de ellos son ciudadanos argentinos”, se indicó. Las personas argentinas heridas son María Cristina Deambrosi, de 67 años, quien había llegado el jueves a Barcelona con fines turísticos, y que permanece internada; y Pablo Sebastián Abecasis, de 36, ciudadano argentino con residencia en la ciudad catalana, quien ya fue dado de alta.

A su vez, y en un segundo comunicado la Cancillería argentina informó que una italiana de 80 años, que vivía en nuestro país desde hacía 60 años y se encontraba de turista en España, murió también en el ataque. En un comunicado de “condolencias” a su familia, el Palacio San Martín confirmó que Carmen Lopardo, “de 80 años, ciudadana italiana con residencia en nuestro país hace más de sesenta años” se encuentra entre las personas fallecidas en España.

La Capital


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