Este miércoles 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, se realizó en la localidad de Nelson un acto alusivo en el cual se llevó a cabo el descubrimiento de una placa en homenaje a Nélida Susana Toledo, quien fue asesinada por Marcelo «El Chajá» Ferreyra el 12 de diciembre de 1995 en la ciudad de Recreo.
El acto, que se realizó este miércoles a las 10 horas en la plaza San Martín de Nelson, contó con el descubrimiento de una placa bajo el lema «Juntas de Pie», una iniciativa propuesta por el Ministerio de Género, Igualdad y Diversidad de la Provincia de Santa Fe.
Dicha placa rinde homenaje a Nélida Susana Toledo, quien fue asesinada junto a cuatro de sus hijos, por «El Chajá» Ferreyra, en un hecho que quedó en la historia como «La Masacre de Recreo». El acto contó con la presencia de familiares de la víctima, el presidente comunal Héctor Leiva y demás autoridades.

«La Masacre de Recreo»
Un 12 de diciembre, pero de 1995, en nuestra ciudad, se produjo el hecho más sangriento que conmovió no solo a la provincia de Santa Fe, sino que a todo el país y que es conocido como «la masacre de Recreo». Su protagonista, el Chajá Ferreyra, un prófugo de la cárcel de Las Flores, asesinó a una mujer embarazada, a cuatro de sus hijos y violó a Claudia, su otra hija de 14 años.
El 12 de diciembre de 1995, Ferreyra, que debía estar en la cárcel de Las Flores purgando su condena, ingresó a la casa 21 del Barrio Hipotecario de Recreo. En la vivienda asesinó a puñaladas a Nélida Susana Toledo de Vega, quien estaba embarazada de siete meses, y sus hijos Alberto, de 11; Daniel, de 10; Sebastián, de ocho; y Cristian, de un año y medio de edad. A la hija mayor, Claudia Guadalupe Vega de 14 años, la golpeó salvajemente y abusó de ella.
Los investigadores de ese entonces dedujeron que el asesino no mató a la niña para seguir violándola o explotarla sexualmente luego. Supuestamente, el móvil por el que Ferreyra masacró a la familia habría sido la resistencia de la madre de entregar a su hija mayor para que el malviviente la explotara prostituyéndola. Esa fatídica jornada la joven aprovechó que el atacante se quedó dormido para escapar y pedir auxilio.
La noticia trascendió en horas de la tarde, cuando Claudia logró escapar de la vivienda en la que estaba secuestrada. Una vez afuera pidió auxilio a un tío policía, que de inmediato avisó a la comisaría y se fue a ver qué pasaba.
En el lugar se produjo un tiroteo con el atacante, que al advertir la presencia policial intentó fugarse cubriendo su retirada. Intentó escapar haciéndose pasar por un herido mas en el interior de una ambulancia local. En la huida recibió un disparo en su pierna derecha y más tarde fue definitivamente apresado y trasladado al hospital Cullen, mientras los vecinos trataban de lincharlo.




