Frustraron los preparativos de una fuga de presos en la cárcel de Las Flores

Durante el día sábado 1 de octubre, oficiales y suboficiales del Servicio Penitenciario que realizaban tareas de revisión y control de los internos de la cárcel de Las Flores, se encontraron con una anomalía en una de las celdas.


Al ingresar a la celda 448, ocupada por dos condenados de apellido Rivas, detectaron una extraña actitud de parsimonia para que la requisa concluyese rápido. Ese detalle visual percibido por los penitenciarios, los llevaron a revisar el exterior de la celda y allí hallaron la causa del apuro.

La reja exterior del habitáculo estaba cortada y atada con retozas de tela para aparentar normalidad. Los penitenciarios encargados de la inspección dedujeron el accionar de los reclusos, removerían la tela y con eso quedaría libre la reja, la cual quitarían y por ese sitio se desplazarían a un pasillo que lleva directamente al muro exterior.


Ante el descubrimiento de los actos preparatorios de una probable fuga masiva de presos, desde la dirección del Servicio Penitenciario santafesino, adoptaron una respuesta inflexible y ejemplificadora: ambos internos de apellido Rivas fueron trasladados durante la misma jornada a la Unidad I Cárcel de Coronda.

A su vez se decidió analizar ese sector del inmueble, al mismo tiempo que se convocaba a un herrero y albañiles para arreglar y asegurar la celda, para que esta pueda volver a ser segura para dos nuevos reclusos. Correlativamente también dentro de la misma orden, se realizó la verificación completa y detallada de todo el edificio donde está comprendido el pabellón.

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