Durante la primera misa del año 2023 el sumo pontífice también recordó a los “afectados por la guerra” y pidió «por tantos que no tienen paz».
El papa Francisco recordó este domingo a los «afectados por la guerra» en la celebración realizada en la Basílica de San Pedro. En su primera misa del año, convocó a los fieles a «ensuciarse las manos para hacer el bien».
«Recemos a la Madre de modo especial por los hijos que sufren y ya no tienen fuerzas para rezar, por tantos hermanos y hermanas afectados por la guerra en muchas partes de mundo», planteó este domingo el pontífice al encabezar la celebración por «María Santísima, Madre de Dios», según se denomina a la tradicional misa del 1 de enero.
a los «que viven estos días de fiesta en la oscuridad y a la intemperie, en la miseria y con miedo, sumergidos en la violencia y en la indiferencia».
«Por tantos que no tienen paz», convocó Francisco a la oración.
En su mensaje, el Papa aseveró además que «para acoger a Dios y su paz no podemos quedarnos inmóviles y cómodos esperando a que las cosas mejoren».
«Hay que levantarse, aprovechar las oportunidades que nos da la gracia, ir, arriesgar. Hoy, al comienzo del año, en lugar de sentarnos a pensar y a esperar que las cosas cambien, nos vendría bien preguntarnos: ‘Yo, ¿hacia dónde quiero ir este año? ¿A quién voy a hacer el bien?'», preguntó Francisco ante una Basílica colmada con cerca de 7.000 personas.
Para el pontífice, «muchos, en la Iglesia y en la sociedad, esperan el bien que tú y sólo tú puedes hacer, esperan tu servicio».
En ese marco, Jorge Bergoglio convocó a dejar de lado la «anestesia y la indiferencia que paraliza» y rechazó la postura de estar «sentados delante de una pantalla, con las manos sobre un teclado».
Así, el Papa llamó a sus fieles a «ir, a movernos por lo que sucede en el mundo, a ensuciarnos las manos para hacer el bien, a renunciar a tantos hábitos y comodidades para abrirnos a las novedades de Dios».
La misa de este domingo coincide con la celebración de la Jornada Mundial de la Paz que se recuerda cada 1 de enero, para la que el Papa dio a conocer el mes pasado un mensaje con el título «Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el Covid-19 para trazar juntos caminos de paz».


