Un vuelo doméstico de 20 minutos entre Corozal y San Pedro, operado por Tropic Air, se convirtió en una pesadilla cuando Akinyela Sawa Taylor, un estadounidense de 49 años, amenazó a la tripulación con un cuchillo y exigió desviar la aeronave. La crisis terminó gracias a la intervención de un pasajero armado, quien disparó contra el secuestrador y permitió un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Philip S. W. Goldson.
La avioneta Cessna Caravan (matrícula V3-HIG) despegó sin incidentes, pero a los 10 minutos, Taylor —exmilitar y autor de libros de autoayuda— se levantó de su asiento y, armado con un cuchillo, tomó el control de la cabina. El piloto mantuvo la calma y sobrevoló zonas despobladas, incluyendo la capital beliceña y áreas marítimas, mientras negociaba con el atacante.
En medio del caos, otro pasajero (cuya identidad no se reveló) —que portaba un arma legalmente— enfrentó a Taylor y lo mató de un disparo. Según el comisario Chester Williams, el hombre entregó el arma a las autoridades al aterrizar, pero resultó herido y fue hospitalizado.
Taylor, quien había ingresado recientemente a Belice, exhibía conducta errática antes del vuelo. Las autoridades investigan si padecía una crisis psicológica o si tenía vínculos con grupos extremistas. Su perfil como exmilitar y escritor de autoayuda añade misterio al caso.
El incidente reabrió la discusión sobre:
- Controles en vuelos domésticos: En Belice, los pasajeros no pasan scanners estrictos en rutas cortas.
- Portación de armas en aviones: Legal en algunos países bajo regulaciones específicas.