A pocos días del fallecimiento del papa Francisco, y en vísperas del comienzo del cónclave que definirá al nuevo sumo pontífice, el Vaticano anunció que el papamóvil se convertirá en un hospital infantil móvil y será donado a la franja de Gaza.
Según indicaron, fue el último deseo de Francisco para el pueblo con el que mostró tanta solidaridad a lo largo de su pontificado. Además, en sus últimos meses, el Papa confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, buscando responder a la terrible crisis humanitaria de Gaza, donde cerca de un millón de niños han sido desplazados.
Desde Vatican News, indicaron que el sumo pontífice afirmaba a menudo que «Los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado«, y con este último regalo, sus palabras se convirtieron en hechos.
El papamóvil reutilizado se equipará con material de diagnóstico, examen y tratamiento, incluidas pruebas rápidas de infecciones, instrumentos de diagnóstico, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales. Una vez que se restablezca el acceso de la ayuda humanitaria a la franja, contará con médicos y personal sanitario que atenderán a los niños de los rincones más aislados de Gaza.