El presidente rechazó tres iniciativas con fuerte impacto social argumentando su “inviabilidad fiscal”. El veto fue oficializado en el Boletín Oficial y ahora la pelota vuelve al Congreso.
El presidente Javier Milei vetó este lunes, a través del decreto 534/2025 publicado en el Boletín Oficial, tres leyes de alto contenido social aprobadas por el Congreso: el aumento de emergencia a jubilaciones, la reinstauración de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad.
La decisión generó fuerte repercusión política, especialmente por el impacto directo que estas medidas hubieran tenido en sectores vulnerables. Desde el Gobierno argumentaron que el paquete representaba un costo fiscal “exorbitante” e inasumible, estimado en más de 7 billones de pesos para 2025 y 17 billones para 2026, cifras que equivaldrían a casi el 1,7% del PBI en ese período.
Las razones del veto
El Ejecutivo basó su rechazo en dos ejes centrales:
Impacto fiscal: El decreto sostiene que los proyectos afectaban gravemente los objetivos de equilibrio fiscal del Gobierno. El gasto proyectado, aseguran, habría puesto en riesgo las metas comprometidas tanto a nivel local como internacional.
Irregularidades legislativas: Según el Gobierno, la sesión del 10 de julio en el Senado —donde se aprobaron las leyes— se realizó sin la debida convocatoria oficial y sin respetar el reglamento interno. Denuncian que los proyectos fueron tratados con mayoría simple cuando debían contar con dos tercios de los votos.
Qué preveían las leyes vetadas
Jubilaciones: Preveía un incremento de emergencia del 7,2%, un bono mensual de $110.000 ajustable, y asistencia a cajas provinciales no transferidas.
Moratoria previsional: Permitía que personas sin 30 años de aportes accedieran a la jubilación mediante un plan de pagos, y ampliaba el acceso a la PUAM.
Emergencia en discapacidad: Declaraba la emergencia hasta 2026, creaba una pensión no contributiva especial y otorgaba asistencia económica a prestadores del sistema.
Qué sigue ahora
Tras el veto presidencial, los proyectos vuelven al Congreso. Para que las leyes puedan ser promulgadas de todos modos, la oposición deberá reunir una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras. El escenario legislativo promete un nuevo capítulo de alta tensión entre el oficialismo y las bancadas opositoras.




