La fiesta tiene más de 40 años. Es parte de la agenda de eventos en la santafesina localidad de Llambi Campbell.
En sus cuatro décadas de vida, la fiesta es muy popular entre los habitantes del pujante pueblo y localidades vecinas. Los 400 lugares la hacen casi exclusiva, pero el éxito del menú “reclama que se agrande la mesa”.
Quien la organiza es nada más ni nada menos que la cooperadora escolar de la Escuela 34 del pueblo. Padres y docentes son los anfitriones cada año y quienes trabajan a destajo días antes para que los tallarines estén a punto.
El secreto es que está hecho todo con manos del pueblo. Amor, buen olfato y una receta que perdura entre las generaciones y que guardan bajo siete llaves.
Los vecinos aseguran que son tan ricos que mucha gente se quedaba con las ganas, es por eso que en estas últimas ediciones dan la opción que pueden ir a buscar porciones esa misma noche para cenar en sus casas, y luego comienza la fiesta para quienes tuvieron la suerte de llegar a adquirir las tarjetas.
En tierras de inmigrantes italianos el tallarín con salsa boloñesa es garantía de una buena cena y provecho