Entre agosto y septiembre Dos muertes sin nombre: el misterio que sacude al departamento La Capital

Entre agosto y septiembre, dos muertes violentas conmocionaron al departamento La Capital. Lo que une ambos casos es un inquietante denominador común: las víctimas permanecen sin identificar, y hasta el momento ningún familiar o allegado se presentó a reclamar por su paradero. Dos historias marcadas por el silencio y el misterio.


El primer hallazgo se registró a mediados de agosto, en un camino rural de calle Presidente Roca, entre las localidades de Recreo y Monte Vera, jurisdicción rural de esta última.

Eran cerca de las 12.45 cuando un llamado al 911 alertó sobre la presencia de un cuerpo en una cava de la zona. Al llegar, los efectivos policiales confirmaron la tragedia: un joven, de unos 20 años, había sido brutalmente asesinado y su cuerpo calcinado.


La escena fue escalofriante. El cuerpo estaba atado de manos, con el rostro cubierto por una tela y la boca obstruida con trapos y papeles. Todo indicaba una ejecución. Según las primeras pericias, el crimen habría ocurrido en otro sitio y el cadáver fue “descartado” en la cava, ya que el terreno no presentaba signos de combustión.

De inmediato, la zona fue cercada y trabajó personal de la Policía de Investigaciones (PDI) bajo las órdenes del fiscal de Homicidios, doctor Iglesias. También se sumaron jefes del Comando Radioeléctrico y de la Agrupación Cuerpos. Sin embargo, pese a los días transcurridos, la identidad del joven sigue sin conocerse, y ninguna familia denunció su desaparición.


El segundo caso ocurrió el 30 de septiembre, también en una zona rural, pero esta vez en jurisdicción de Santo Tomé. En horas de la tarde, una camioneta tipo traffic fue hallada completamente incendiada. Dentro del vehículo, los policías encontraron restos humanos carbonizados.

La Fiscalía, a cargo del doctor Andrés Marchi, ordenó una serie de medidas periciales para determinar si los restos pertenecen a un hombre y, sobre todo, si se trató de un crimen o de un accidente. No se descarta tampoco la hipótesis de un suicidio.

Un dato relevante que trascendió es que la camioneta no tenía pedido de secuestro, lo que elimina la posibilidad de que haya sido robada. No obstante, el fuego destruyó cualquier pista inmediata sobre la identidad de la víctima.

Hoy, ambos casos mantienen una inquietante conexión: dos muertes violentas, sin nombre ni reclamo familiar, que revelan un costado oscuro y silencioso del departamento La Capital.

La Justicia, por estas horas, espera los resultados de ADN y peritajes forenses que podrían comenzar a arrojar luz sobre quiénes eran esas personas y por qué nadie las busca.

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