El pasado 4 de febrero salía ante los medios santafesinos Daniel Bardina, a decir que era dueño de varios departamentos, cocheras y locales comerciales que estaban proyectados en el edificio de Suipacha y 9 de Julio que comenzó a construirse antes de 1994.
Ese día, el hombre se acercó a un móvil de un medio radial y mostró el lugar, comentando por menores de la obra que estaba iniciando. Todo indicaba que la obra volvería a reactivarse luego de 26 años.
Horas más tarde, la abogada Liliana Cosentino se comunicaba con el medio de comunicación y aseguraba que ella era la dueña del 50% del edificio, y que lo había comprado en una subasta allá por 2009. Además, declaró que el otro 50% pertenece a un abogado y su familia, de apellido Crespo.
Tras este cruce, Cosentino y Crespo realizaron una denuncia por daños y usurpación, ya que aseguran que Bardina ingresó al edificio rompiendo mampostería.
Intervino la justicia, y la fiscal Gabriela Arri, luego de una inspección ocular del edificio realizada en la tarde del miércoles, ordenó que en la noche la Agencia de Investigación Criminal realizara un procedimiento en el domicilio particular de Bardina en barrio Sur que terminó con su detención. Las entrevistas que dió al aire, son materia de pruebas en la investigación en curso por la usurpación y daños del edificio que ahora tiene en su fachada un nuevo cartel que dice: «No ingresar, propiedad privada».
Bardina es acusado de estos delitos mientras se encontraría en libertad condicional por un delito del que ya fue condenado hace un tiempo.
Durante la jornada del viernes se realizaría la audiencia imputativa.
