A la voz de «Los niños no se tocan», ciento de habitantes de San José del Rincón se agruparon este viernes por la tarde en la plaza principal para comenzar una movilización en la localidad. Más de 300 personas marcharon en contra del abuso infantil, tras dos casos de violación a menores que se hicieron públicos en las últimas semanas, a los que se suma la reciente condena por abuso sexual de un hombre contra varias mujeres de su familia.
A mediados de junio de este año se dio a conocer la historia de una familia entera de Rincón que logró la condena de su padre abusador. C. A. O. de 57 años recibió 16 años de prisión por abusos sexuales y violencia de género, hechos cometidos entre 1984 y 2015 contra la expareja, hijas, hijos, hijastras y nietas. Las denuncias se realizaron en 2019 luego de una reunión de hermanas donde una de ellas pudo poner el tema sobre la mesa y hablar de los abusos que habían padecido de pequeñas.
En la movilización se escucharon varias voces que demostraban la lucha y los reclamos. «Vamos a acompañar a las víctimas a caminar con la cabeza en alto«, «acá no están solas» y «el silencio los sigue encubriendo» fueron algunos de los gritos que más sonaron. Además, un familiar de una de las víctimas agregó: «Basta, necesitamos venir acá para que nos escuchen«.
Este viernes la movilización fue convocada por los familiares de tres víctimas de este caso, pero con el apoyo de otras dos víctimas en la ciudad que formaron una organización llamada Pañuelos Amarillos. Se trata de la joven del «Caso M» y la hija del hombre que abusó de varias de las mujeres de su familia. Fue ella la que indicó que los tres casos que movilizaron a Rincón fueron cometidos por personas del pueblo que estaban en contacto con muchos niños y niñas. «Nosotras formamos la organización para que las víctimas puedan tener alguien con quien hablar y que las acompañe, aunque ni siquiera quieran denunciar«, afirmó la joven.




