Proyecto comercial Adiós a una casa emblema de Recreo: se derrumba el hogar de «la familia Amoser»

En calle Santa Fe al 900, una vivienda que marcó una época en la ciudad comienza a desmoronarse. Fue símbolo de trabajo, progreso y pertenencia para muchos recreínos. Hoy, el predio tendrá un nuevo destino comercial.


Quienes transitan por calle Santa Fe al 900, en el corazón de Recreo, no pueden evitar mirar hacia un mismo punto. Algunos se detienen unos segundos desde el auto, otros reducen la marcha en bicicleta o levantan la vista al pasar caminando. Lo que observan es una casa que se derrumba, pero no una cualquiera: se trata de una vivienda que marcó una época en la ciudad.

Es la casa de la familia Amosér, una construcción sólida y elegante que, sin ser antigua, representó el espíritu de progreso y esfuerzo de una etapa en la que Recreo aún conservaba su identidad de pueblo.


Levantada con materiales de primera calidad, la propiedad contaba con planta baja y alta, diseño sencillo pero de carácter fuerte. Formaba parte de un amplio terreno con un galpón, donde se guardaban los camiones que transportaban productos lácteos de Sancor, una postal habitual de aquellos años.

Allí vivieron Lucho y Rosita Amosér, una pareja muy recordada por los vecinos. Lucho, dedicado al trabajo y mantenimiento de los camiones, era un referente del esfuerzo cotidiano; Rosita, en cambio, fue una figura muy querida en la comunidad, con participación en clubes, comisiones barriales y en la gestión vecinalista.


Su presencia marcó una época. De hecho, el pavimento de calle Santa Fe se extendió desde la Ruta 11 hasta la vivienda para permitir la salida de los camiones en días de lluvia, un gesto que evidenciaba el peso económico y social que la familia tenía en la ciudad.

Con el paso de los años, tras el fallecimiento de ambos, la vivienda perdió su función como hogar familiar. Durante un tiempo, el inmueble fue utilizado por Gendarmería Nacional como puesto operativo, lo que le dio una nueva vida institucional antes de quedar finalmente en desuso.

Hoy, la estructura se encuentra en pleno derrumbe, y su imagen —desgastada, silenciosa, cargada de recuerdos— despierta nostalgia en quienes fueron testigos de su historia. El terreno, ubicado en una zona estratégica del centro de Recreo, será destinado a un nuevo proyecto comercial, lo que marcará el fin definitivo de un ícono urbano.

Entre el polvo y los escombros, se desvanece una parte del alma recreína. La casa Amosér no fue solo ladrillos: fue símbolo de trabajo, familia y comunidad, una huella de los tiempos en que Recreo crecía al ritmo del esfuerzo de sus vecinos.

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