El ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández recibió a los nuevos agentes federales- se estima que arribaron unos 400– que desde este miércoles comenzarán a trabajar en la ciudad de Rosario, en medio de una escalada de violencia y de una pueblada en Empalme Graneros contra vendedores de droga al menudeo. En ese marco, Fernández señaló: «Trajimos las fuerzas necesarias para entrar en cada barrio de Rosario».
En el predio del destacamento móvil 7 de la Gendarmería Nacional, ubicado en avenida de Circunvalación y Jorge Newbery de la ciudad rosarina, el titular de la cartera de Seguridad agradeció la llegada a los gendarmes y policías federales y les reclamó “vocación” para obtener resultados positivos. “Gracias a jueces y a fiscales presentes, necesitamos de sus materiales para allanar y romper con una estructura que ganó espacio y que nosotros necesitamos que vuelva a la normalidad”, expresó.

“Es imperioso que entremos en todos los lugares y lleguemos hasta el hueso. Quiero hacer una separación clara entre el gobernador (Omar Perotti) y el intendente (Pablo Javkin) que heredaron una situación de estas características y no son cosas que uno debe soportar calladamente”, enfatizó.
Fernández remarcó que el objetivo del nuevo arribo de fuerzas federales es que “los pibes puedan caminar en la calle sin temor a que los lastimen”. “Los que están llegando hoy no es otra cosa que una parte de los que van a seguir llegando. Tenemos que seguir haciendo tareas en cada uno de los barrios, con trabajo, con responsabilidad. La presencia es fundamental”, amplió.
“No vamos a bajar los brazos en ningún momento”, indicó el titular de la cartera de Seguridad, y agregó: “Estamos metidos todos en esto para encontrar la solución”.
El ministro estuvo acompañado por el gobernador, Omar Perotti, el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, el intendente Pablo Javkin e integrantes del Poder Judicial.


