Las fuerzas del régimen chavista mantienen el asedio a la Embajada de Argentina en Caracas, iniciado el sábado por la noche. Según denuncias de Pedro Urruchurtu, disidente político, agentes de seguridad rodearon la sede diplomática, cortaron la electricidad y bloquearon los accesos, intensificando las hostilidades contra los seis opositores venezolanos que permanecen refugiados en el lugar bajo asilo político.
El comando opositor liderado por María Corina Machado condenó estas acciones, calificándolas como una violación a los convenios internacionales de asilo y diplomacia:
“Esta acción repetida constituye un ataque a los derechos de los perseguidos políticos, que el mundo debe condenar. Reiteramos el llamado a que se emitan los salvoconductos correspondientes para garantizar la salida segura de nuestros compañeros”.
Durante la madrugada, se reportó el uso de drones para bloquear la señal móvil, incrementando el clima de intimidación.
La Cancillería argentina condenó los hechos y expresó su preocupación:, subrayando que «el despliegue de efectivos armados y el cierre de calles alrededor de la embajada representan una grave perturbación a la seguridad diplomática».
Además agradeció a Brasil por custodiar el recinto tras la expulsión del personal argentino e hizo un llamado a la comunidad internacional para condenar las acciones del régimen de Maduro, reafirmando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y las normas internacionales.