CASO MALDONADO: AFIRMAN QUE LOS GENDARMES USARON PIEDRAS CONTRA LOS MAPUCHES

Una foto que integra el expediente del caso Santiago Maldonado muestra que, fuera de todo protocolo de seguridad, Gendarmería usó piedras y hasta hachas en el operativo llevado a cabo ese día sobre la ruta 40 y dentro de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen.

La imagen, una captura de video, fue tomada por una gendarme a las 11.22 de ese día. Se ve a un agente no identificado con las manos detrás de su cuerpo: sostiene un manojo de piedras. A su derecha, otro oficial, con chaleco antibalas puesto, carga en su mano derecha un hacha. Junto a otros compañeros, están sobre la ruta 40. Fue 12 minutos antes de que unos 40 gendarmes ingresaran al territorio mapuche en el principio de un enfrentamiento que terminó con la desaparición de Maldonado.


Algunos de esos gendarmes persiguieron a los manifestantes, que habían intentado cortar la ruta por segundo día consecutivo, y llegaron al río Chubut, donde los mapuches cruzaron a nado o sobre caballos con el fin de no ser alcanzados por la fuerza nacional.

El soldado Neri Armando Robledo contó días atrás a funcionarios del Ministerio de Seguridad nacional que efectivamente le dio un piedrazo a uno de los “encapuchados”. Conocida esa declaración, se pensó que algunos de los ocho gendarmes que habrían llegado a la orilla fueron los que lanzaron piedras.

La actitud expone un operativo descontrolado. Tirar piedras o portar hachas o usar cualquier arma no oficial no está contemplado en el protocolo para manifestaciones públicas del Ministerio de Seguridad, activo desde febrero de 2016, ni en el del gobierno anterior, firmado mayo de 2011.

El protocolo trabaja sobre lo que está permitido. Las fuerzas federales no pueden usar armas no provistas ni pueden agredir con materiales “externos”. Los elementos provistos son de legítima defensa, aún una pistola o un rifle, y cualquier arma que no sea de legítima defensa no está permitida. La piedra y el hacha son armas de agresión.

A los grupos especiales de las fuerzas federales dedicadas a operar en manifestaciones se les enseña a aguantar lo que les tiren, incluidas las piedras. Les explican que aunque la agresión les moleste, deben quedarse “duros” y no responder. Puede ser física o hiriente desde lo moral (un insulto) o hasta un escupitajo. El lineamiento es no reaccionar, y en todo caso, esa reacción no puede ser individual. Debe estar consentida y ordenada por los superiores, lo que deja la duda sobre si los gendarmes pudieron realmente actuar “sueltos”.

 

Canal 26


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