Los niños de la parroquia San Miguel Arcángel recorrieron distintos barrios vestidos de santos, repartiendo estampitas y recibiendo golosinas. La actividad, que se realiza hace nueve años, busca rescatar el sentido cristiano de esta fecha frente a Halloween.
El 1º de noviembre, fecha en la que la Iglesia Católica celebra el Día de Todos los Santos, los chicos de la catequesis de la parroquia San Miguel Arcángel de Recreo salieron a las calles para compartir una jornada de fe, alegría y tradición.
Vestidos como distintos santos y santas, los pequeños recorrieron los barrios de la ciudad repartiendo estampitas con oraciones y mensajes cristianos. A cambio, los vecinos y comerciantes les entregaban golosinas, sumándose con entusiasmo a una propuesta que ya lleva nueve años ininterrumpidos en la comunidad.
“Es la contracara de Halloween”, explicaron desde la parroquia. La idea surgió como una forma de revalorizar el sentido cristiano del 1 de noviembre, una jornada en la que la Iglesia recuerda y honra a todas las almas que alcanzaron la santidad y disfrutan de la presencia de Dios.
Durante el recorrido, algunos de los niños también llevaron sus propias golosinas para entregar a otros chicos que encontraban en las calles, compartiendo así un gesto de amor y fraternidad.
El Día de Todos los Santos tiene sus raíces en los primeros siglos del cristianismo, cuando los fieles comenzaron a rendir homenaje a los mártires. Con el tiempo, la celebración se amplió para incluir a todos aquellos que, con su vida, testimonio y fe, alcanzaron el cielo. La festividad se complementa al día siguiente, el 2 de noviembre, con la Conmemoración de los Fieles Difuntos, jornada dedicada a orar por las almas que aún esperan su encuentro definitivo con Dios.
En Recreo, esta celebración se ha convertido en una tradición esperada por toda la comunidad. Cada año, los niños de catequesis transforman las calles en un verdadero desfile de santidad y alegría, recordando que la fe también puede vivirse con color, música y sonrisas.




