Durante las ultimas semanas las aguas del Río Paraná en la ciudad de Santa Fe estuvieron en constante aumento. Esto, en parte, como consecuencia de las abundantes precipitaciones en el sur de Brasil que llevaron a la apertura de las compuertas de la represa Itapú. Dicha subida, en los últimos días fue mucho más notoria.
El meteorólogo Juan Borus estuvo en comunicación con PoweMax y explicó las causantes de este fenómeno y lo que se espera para las próximas semanas.
«Se ha observado un cambio importante, favorable diría yo, en el patrón de distribución de la lluvia en la región de la cuenca del plata. Era una un cambio que se esperaba, pero honestamente, lo esperaba en forma más gradual y no tan bruscamente como sucedió», comentó el meteorólogo.
Este cambio ha provocado que las lluvias se disipen sobre la mitad norte de la Cuenca, donde se forma el caudal del Paraná. Se espera que en los próximos 10 días se produzcan lluvias sobre el litoral, lo que ayudará a paliar los graves problemas de sequía en la región.
«Prácticamente se han disipado las lluvias sobre la sobre la mitad norte de la cuenca donde se forma el caudal del Paraná que dio lugar al pico anterior. Aparentemente tenemos por delante dos semanas o diez días de tiempo caracterizado por algunas lluvias sobre el litoral que van a venir muy bien», explicó Borus.
«El río Paraná ya ha crecido lo que tenía que crecer y está oscilando en valores normales dentro de la franja de aguas medias», señaló el integrante del INA.
Además de dichas crecidas, se espera un ascenso adicional que llevará la lectura del hidrómetro del Puerto a alrededor de cuatro metros en los próximos cuatro días, lo que se encuentra cerca del promedio de marzo de los últimos 25 años.
«Estos cambios se van a terminar observando en forma bien clara hacia fines de abril, dónde ya estaríamos viendo que, prácticamente toda la cuenca, esté en condición dentro de lo normal», aclaró.
El cambio en el patrón de lluvias trae alivio no solo al Río Paraná, sino a toda la Cuenca del plata, incluyendo el río Uruguay y los ríos afluentes como El Salado.
Además, Borus, destaca que «la estacionalidad en la Cuenca del plata está totalmente distorsionada, por lo que en cualquier mes del año se pueden presentar tanto bajantes como crecidas. No obstante, en términos generales, el invierno presenta caudales del Paraná menores que en verano, aunque esto varía de un año a otro».
Con vista al futuro, el meteorólogo fue mucho más cauto y señaló que «es imposible saber lo que pueda pasar pasado el mes de abril, la única forma es siguiéndolo de cerca durante las próximas semanas».
«Por otra parte, las precipitaciones vendrán con el fenómeno del Niño, según se prevee. Al sector ganadero se le recomienda estar atento a los informes del Servicio Meteorologico Nacional para tomar sus decisiones sobre el traslado de animales. Por el momento es complicado saber que puede pasar a finales de 2023», comentó al ser consultado por las consecuencias que pueda tener el sector ganadero con esta crecida de toda la cuenca.
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