El hincha de Colón que fue a Asunción a dedo agradeció a todos los que lo ayudaron

Hector Ríos es un fanático del rojo y negro y cuando se supo que la final se jugaba en Asunción no dudó en ir. Hizo dedo y llegó. Contó todo su periplo y agradeció a todos.

Héctor, tiene 58 años y es de barrio San Lorenzo de Santa Fe. Su periplo arrancó la mañana del 5 de noviembre cuando llegó a la ciudad de Recreo mediante un policía que lo trasladó en su automóvil. El viaje recién empezaba. Tenia que llegar antes del sábado a Asunción para ver a su equipo.


“Quiero agradecer a la radio de Uds porque se viralizó la noticia y en muchos pueblos y ciudades ya sabían de mi, me ayudó a que confíen en mi”. Comenzó Hector.

El “viejito”, como todos le decían, recibió ayuda en cada kilómetros que recorrió. Transportistas, vecinos, automovilistas y hasta hinchas hicieron que su sueño se cumpliera.

“De Recreo me fui a dedo hasta Nelson. Ahí me quedé unas horas. Me ayudaron con comida y conseguí que me llevaran hasta Emilia. En ese pueblo recibí hasta comida de una familia que me atendió muy bien. El viaje lo continué en un camión hasta San Justo donde pude comer y seguir viaje en un auto que me llevó hasta Malabrigo, luego continué haciendo dedo hasta Reconquista donde conocí a hinchas de la flilial de Colón y me pagaron un pasaje en colectivo hasta Clorinda y luego subí a un colectivo con hinchas que me llevaron hasta Asunción”.

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Hector ya en Paraguay, recibió ayuda de muchos santafesinos que lo invitaban a comer, pasar un momento con el y hablar de un sólo tema, del tema que todos hablaban: colón de Santa Fe.

Con lagrimas en los ojos el hincha aseguró que volvería ha hacer esta locura por su equipo de fútbol.

Quiero agradecer a todos los que me ayudaron a llegar y ver a mi equipo. Tengo una enfermedad que no estaba seguro si iba a poder cumplir con mi meta pero llegué y es gracias a la gente con la que me crucé”.

Por último Hector Rios entre lagrimas contó que es albañil y que cada vez que tiene dinero va a ver a Colón y que en muchas oportunidades, cuando no puede comprar la entrada, se sienta fuera de la cancha, en el cordón de la vereda a escuchar el partido desde afuera.


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