El objeto interestelar 3I/ATLAS sorprende al mostrar una nueva cola en su paso por el sistema solar

Tras exhibir una inusual “anti-cola”, el cuerpo 3I/ATLAS comenzó a desarrollar una cola convencional. La NASA y la ESA confirmaron su origen natural y descartaron indicios de tecnología artificial, aunque algunos científicos mantienen abiertas hipótesis alternativas.


Imágenes recientes del objeto 3I/ATLAS, captadas durante su recorrido por el sistema solar, revelaron que el cuerpo desarrolló una cola convencional después de haber mostrado una anti-cola —una formación poco común en cometas—. El fenómeno, detectado inicialmente en julio de 2025, volvió a colocar al visitante interestelar en el centro de la atención científica y mediática.

Las observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb, bajo la dirección del investigador Martin Cordiner, mostraron una composición rica en dióxido de carbono, agua y polvo, similar a la de cometas naturales. “No hay señales de motores ni de tecnología artificial”, indicó el equipo. Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA) coincidieron en que, con alta probabilidad, se trata de un cometa de origen natural.


Debate entre científicos


El hallazgo no detuvo las especulaciones. El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, volvió a proponer que la transición de una anti-cola a una cola convencional podría indicar una maniobra inteligente, planteando la posibilidad de que el objeto sea una sonda interestelar.
Sin embargo, la mayoría de la comunidad astronómica pidió cautela y evidencia firme antes de aceptar explicaciones extraordinarias. “Las hipótesis naturales siguen siendo las más probables”, remarcaron especialistas, recordando los debates similares generados por el objeto 1I/ʻOumuamua en 2017.


Qué dicen los observadores

El ingeniero argentino Lucas Paganini, integrante de la NASA, publicó un video explicativo para aclarar dudas sobre la designación del objeto. “‘3I’ indica que es el tercer objeto interestelar detectado, y ‘ATLAS’ corresponde al sistema de telescopios que lo descubrió”, explicó.
Paganini también subrayó que los estudios no revelaron elementos artificiales y pidió prudencia ante las teorías que circulan en redes sociales. “Las variaciones observadas pueden explicarse con procesos naturales asociados a cometas ricos en gases volátiles”, afirmó.


Según la NASA, 3I/ATLAS no representa una amenaza para la Tierra: su aproximación más cercana será de 270 millones de kilómetros, y alcanzará el perihelio —su punto más próximo al Sol— alrededor del 30 de octubre de 2025, dentro de la órbita de Marte.


Observación continua y próximos pasos

El objeto será observable desde la Tierra hasta septiembre de 2025, momento en que se ocultará tras el Sol. Volverá a ser visible a principios de diciembre, cuando se espera obtener nuevas mediciones sobre su tamaño, composición y dinámica del polvo.

Mientras tanto, observatorios y laboratorios internacionales continúan recopilando datos para determinar con precisión su origen. Los científicos buscan distinguir entre comportamientos cometarios conocidos y posibles anomalías que requieran nuevas explicaciones.


En medio del debate público, las agencias espaciales insistieron en que el paso de 3I/ATLAS representa una oportunidad única para estudiar material proveniente de otros sistemas estelares, más que una señal de inteligencia extraterrestre.
“La ciencia avanza con evidencia, no con suposiciones”, recordaron desde la NASA, mientras el cometa interestelar sigue su misterioso viaje a través del sistema solar.

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