En la tarde-noche del viernes se encontró sin vida en un descampado el cuerpo del gendarme que había desaparecido en Roldán. Gustavo Elorrieta era buscado desde el pasado lunes 25 de julio, luego de no reincorporarse al trabajo tras una licencia. El cadáver estaba en un cañaveral de la zona rural de dicha ciudad, ubicada 25 kilómetros al oeste de Rosario. Hay cuatro detenidos, entre ellos su ex pareja y uno de sus hijos.
El agente federal Gustavo Elorrieta, había salido de vacaciones el 10 de julio y viajó desde Capital Federal a la ciudad santafesina de Roldán para visitar a sus hijos. Desde ese día, nadie supo nada sobre su paradero.
Según fuentes oficiales, el cuerpo del gendarme fue hallado en uno de los tres lugares en los que fiscalía había pedido imágenes de cámaras de seguridad de la ciudad de Roldán para comprobar algunas versiones que manejaban en torno a la investigación.
El escenario donde apareció fue un camino rural en una zona cercana al cruce de las calles Manuel Dorrego y Camino de los Gauchos, a unos dos kilómetros de la última calle del casco urbano.
Voceros del Ministerio Público de la Acusación indicaron además que “por los exámenes médicos primarios, el hecho (crimen) ocurre entre los días 10 y 12 de julio”. Ante esto, el fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, ordenó que el cuerpo sea llevado al Instituto Médico Legal (IML) de Rosario, para ser sometido a autopsia.
Por su parte, el fiscal Gastón Ávila remarcó que el cuerpo estaba en el interior de un aljibe, tapado con ramas, lonas, y basura que hacen difícil su extracción. Además, mencionó también, que el teléfono celular del gendarme funcionó hasta el 10 de julio a la noche, y que luego dejó de emitir señal.
Asimismo, las fuentes señalaron que se hicieron varios allanamientos, uno de ellos en la vivienda de la ex pareja de Elorrieta, donde personal del gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) halló numerosas manchas de sangre tras realizar pruebas de reactivos con luminol.
También se encontraron restos de sangre y otros elementos, entre ellos un martillo con cabeza de grandes dimensiones, en el baúl del auto del gendarme, un Volkswagen Bora de color gris, que está secuestrado en la puerta de la comisaría sexta de Roldán desde el 13 de julio, luego de un siniestro de tránsito que terminó con el vehículo abandonado en una cuneta, camino al cementerio, a unos 700 metros del lugar donde se halló el cadáver.
Por el crimen, el fiscal ordenó la detención de la ex pareja de la víctima, identificada con las iniciales M. E. F., de 47 años; su hijo A. E., de 17 años, otro joven de 25 años, identificado con las iniciales M. L. F. y otra persona, A. G. (edad a confirmar). La audiencia imputativa para los mayores de edad está prevista en principio para el próximo martes 2 de agosto.
Con información de El Litoral