Los residentes al norte de Colastiné Sur enfrentan las repercusiones del aumento del nivel del río Paraná, que ha llevado a más de 40 familias a abandonar sus hogares debido al desbordamiento de la laguna Ramírez.
La inundación, alimentada por el río Colastiné que fluye desde el norte hacia la laguna Ramírez, ha provocado el ingreso del agua en las viviendas.
Marcelo Ale, un residente local, expresó su descontento, afirmando que «la Municipalidad nos abandonó». Explicó que la falta de reparación de una bomba extractora de agua, que se rompió el viernes por la noche, junto con la ausencia de un mecánico y una espera de más de doce horas, llevó a los vecinos a abandonar la zona y buscar refugio fuera del barrio.
«A pesar de nuestros intentos por contener el avance del agua, la situación empeora día a día en las cercanías de la Vuelta del Paraguayo», señaló Ale. Las bolsas de arena utilizadas para reforzar las defensas resultaron insuficientes para frenar la crecida del río Paraná, debido al Fenómeno del Niño, y el agua ya fluye entre las casas del barrio costero, dejando a varios vecinos aislados.
