A ocho meses del fallecimiento de Lara Arreguiz, de 22 años, por falta de atención médica cuando el sistema de salud se encontraba saturado a causa de la segunda ola de COVID-19, la familia le organizó un emotivo homenaje en el sur neuquino y cumplió con su último deseo: esparcir sus cenizas en el Lago Huechulafquen.
«Rodeada de pétalos de rosas que te acompañaron, comenzaste un nuevo viaje por el lugar que amabas. Siempre en nuestro corazón y como un ser de luz que nos acompaña cada día. #JusticiaPorLara»,posteó Claudia Sánchez, la mamá de Lara, en su Facebook, junto unas fotos donde se ve a la familia arrojando sus restos al agua.
Claudia contó que, otra parte de las cenizas fueron puestas en un árbol, regalo de una amiga de Lara, y que cuando tenga un tamaño adecuado planean plantarlo en una plaza a la que iban juntas siempre. “Ella amaba el sur, la nieve. Amaba ese lugar. Teníamos pensado ir en el invierno de 2020 porque además tenemos familia en Junín de los Andes, pero no se pudo por la pandemia”, expresó.
Lara tenía 22 años y era insulinodependiente. En menos de una semana, el coronavirus avanzó sobre su cuerpo para cobrarse su vida. Desde el diagnóstico positivo, recorrió tres hospitales hasta conseguir un lugar de internación. Terminó en el Iturraspe, donde falleció dos días después por una neumonía bilateral.
La joven santafesina, se hizo tristemente conocida cuando una foto suya durmiendo en el piso de la guardia de un hospital se hizo viral en Twitter. Estaba acostada en el piso de un hospital y tapada con una campera que le colocó su madre para que no tuviera frío, mientras esperaba que la viera algún médico.
Lara se había mudado a Esperanza para estudiar Ciencias Veterinarias en 2019. Estaba cursando el tercer año de la carrera. A los 16 había sufrido una descompensación severa por un problema alimenticio: había bajado veinte kilos en un mes. La curó el voluntariado en la organización S.O.S. Caballos de la ciudad de Santa Fe. Había empezado a asistir para limpiar el hábitat donde duermen los caballos. Su amor por los animales le devolvió el ánimo, el bienestar y la salud. Era su causa y su paz.
Actualmente, su familia es querellante en la causa caratulada como homicidio con dolo eventual y presunto abandono de persona. El último avance en la misma fue una reunión que la padres de la joven mantuvieron con el fiscal regional de Santa Fe, Carlos Arietti, en agosto del año pasado.