La Escuela Centenario de Bolivia, sin clases por nuevas y graves amenazas

Las autoridades de la Escuela N°633 Centenario de Bolivia decidieron suspender las clases este lunes, luego de que el fin de semana se registraran nuevas y graves amenazas contra el establecimiento. El hecho se vincula a una situación que data ya hace varios días y tiene como responsable a un alumno de la institución que acosaba a una estudiante de esa misma escuela y que comenzó a amenazar a los docentes porque se negaron a darle los datos personales y el domicilio de la joven.

La problemática fue revelada la semana pasada por Aire de Santa Fe, a través de un móvil en el que la madre de la víctima contó el calvario que su hija estaba viviendo. Los ataques no quedaron sólo en hostigamiento a través de redes sociales, sino que la joven fue salvajemente golpeada por un grupo de agresores que se identificaron como amigos y cómplices del acosador.

Son esos mismos individuos los que este fin de semana advirtieron a través de redes sociales que este lunes concurrirían armados al establecimiento y efectuarían disparos. Frente a estas gravísimas amenazas, los directivos de la Escuela resolvieron suspender las clases este lunes, decisión que fue comunicada durante el domingo a través de whatsapp y llamados telefónicos.

El pasado miércoles, las autoridades de la Región IV de Educación habían confirmado que el alumno denunciado por acoso y hostigamiento fue expulsado de la institución, lo que habría desatado la nueva sed de venganza de los agresores.

El móvil de Aire de Santa Fe informó desde la puerta del establecimiento que las autoridades y los docentes se encontraban en el interior del edificio esta mañana. A los alumnos que no se habían enterado de la resolución se los hacía ingresar igual y a los que llegaban acompañados por sus padres se les explicaba la situación. Con esa información, los padres decidían si dejan a los chicos o no. La comunidad educativa de la Escuela atraviesa horas de extrema preocupación a raíz de la grave situación vivida.

Fuente: aire de santa fe