La historia de la familia venezolana que llegó a Recreo en plena pandemia

Ayer a la tarde la familia de José Afonte subió a un colectivo de la línea Recreo en busca de un lugar donde poder buscar trabajo y una vivienda para vivir. No tenían la tarjeta sube y los mismos pasajeros colaboraron para que puedan llegar a destino. Entre el pasaje se encontraba Rubén, un pastor evangélico que se prestó a ayudarlos con comida y un lugar donde dormir.

Ayer a la tarde la familia de José Afonte subió a un colectivo de la línea Recreo en busca de un lugar donde poder buscar trabajo y una vivienda para vivir. No tenían la tarjeta sube y los mismos pasajeros colaboraron para que puedan llegar a destino. Entre el pasaje se encontraba Rubén, un pastor evangélico que se prestó a ayudarlos con comida y un lugar donde dormir.


Son ocho los integrantes de la familia que dejaron su país en busca de una mejor calidad de vida. Llegaron a la Argentina y los “agarró” la pandemia. No tienen lugar donde vivir y los ahorros ya son pocos. Pasaron por Recreo y, como en muchos lugares, generó polémica entre vecinos.

La familia Afonte accedió a la ayuda y todos llegaron a barrio Cruz Roja de Recreo. Los chicos merendaron y los adultos hablaron con el jefe del hogar para ver si podía conseguirles un trabajo.

En ese momento algunos vecinos se alertaron y preocuparon por la visita extranjera en el barrio. Algunos de ellos pedían que se vayan por el temor de contraer COVID-19, ellos aseguraban que no tienen coronavirus y tampoco síntomas, y mostraron un estudio realizado hace unos días donde informaba del hisopado negativo.

Los vecinos alterados exigían que se vayan del barrio. El propietario de la casa dialogó con el móvil de RADIO 104.5. “Lo primero que note fue desesperación y angustia, porque es feo andar de un lado hacia otro, con hambre. Los encontré en el colectivo, los escuche hablando, y ahí les propuse mi ayuda. Rápidamente me dijo, bajamos del colectivo y te muestro todos los papeles, y así fue. Me mostró todos los estudios, hasta los de olfato y los hisopados.

“Vienen de Venezuela pasando una circunstancia súper difícil, nosotros en la iglesia hemos tenido gente que era también de allá. Gracias a Dios los ayudamos y ahora están alquilando, no es de lujo, un departamento de dos ambientes y eso me hizo acordar a muchas cosas, ¿cómo no los voy a ayudar? No solo a ellos, sino a cualquiera los ayudo, por más que los vecinos se enojen, que me perdonen, porque la iglesia está para ayudar, para cambiar la mentalidad” explicó Rubén, el pastor que les brindó la ayuda.

“Te parte el alma, sobre todo por los chicos. Durmieron dos noches afuera, en la intemperie. El jueves hizo como -3ºC, nosotros tuvimos que prender las estufas y ellos sin nada. La gente no sabe que los chicos durmieron afuera. Si vos tenes un poco de razonamiento, decís, este tipo hizo algo bueno. Yo quería que coman los chicos. La iglesia es para todos” agregó.

Yo entiendo a los vecinos, pero ellos no entienden lo que es ser solidario. Se enojan, me critican, está bien, yo no estoy en contra de nadie, mi misión es ayudar al prójimo, como dice la Palabra de Dios.

En la mañana de hoy, Rubén señaló: “Ellos se levantaron, les preparé el desayuno, y se fueron. No quisieron tener problema con nadie, me dijeron vos nos trataste bien. Yo les di todo lo que tenia, no se si otro lo puede hacer. Para mi se la tienen que jugar y ayudar.

Además, destacó que: “Vino la Policía, estuvo muy bien. Los hablaron, les hicieron entender, les dijeron que pasen sólo esa noche y esta mañana apenas se levanten que desayunen y se vayan. La Policía los trató muy bien, es la función de ellos, estar controlando. Fueron amables, hablaron.”

Por último, el hombre que brindó la ayuda, detalló: “Yo no estoy seguro pero algo entendí, anoche el intendente Colombo, le consiguió alojamiento en UPCN, hablando con el intendente de Santa Fe, Jatón. Así creo que viene la mano. Por eso ellos se fueron, allá los iban a atender y les iban a realizar un nuevo hisopado, más estudios y ellos están dispuestos. Porque quieren cumplir con todo.

José Afonte, jefe de la familia venezolana, dialogó con RADIO 104.5 y contó la situación que les tocó vivir en los últimos tiempos en su país y desde que llegó a la Argentina: “Desde hace 7 meses, estamos en Argentina. Nuestro único propósito es conseguir un trabajo, un techo y estabilidad hasta que esto de la pandemia pase y poder continuar hasta Uruguay.”

“Debido a la pandemia nos tocó quedarnos en Tucumán 5 meses, nuestra travesía no ha culminado, y llevamos mucho tiempo en la misma situación. Llegamos a Santa Fe, pero nuestro propósito era llegar a Entre Ríos, pero ya no contamos con recursos, necesitamos un lugar para alojarnos y trabajar. Ayer un hombre llamado Rubén nos ayudo en Recreo. Pero la comunidad se acercó y nos quiso desalojar a las 23 hs relató José.

Y añadió: “Hable con las autoridades para que nos brinden un techo o un lugar donde pasar la noche con los niños y la familia. Somos 8 en total, mi hija de 13, mi sobrina de 19, dos niños de 8 y 11 años y 4 adultos. Sólo buscamos estabilizarnos en Santa Fe, para esperar que pase la pandemia.
Pero todavía nos encontramos en la intemperie. Anoche nos dijeron que iban a recibirnos en UPCN, y cuando llegamos aquí nos informaron que nadie había llamado, por esto no nos permiten ingresar.”

José, destacó que tanto el como su familia, tenemos todos los exámenes de Covid negativo, no soportamos más la intemperie. Sólo queremos llegar a Uruguay pero las fronteras están cerradas. Necesitamos ir a Entre Ríos, a Concordia y luego pasar a Uruguay.”

“Me gustaría decirles que valoren la salud, el trabajo y la familia, yo vendí todo para poder atravesar 6 países para llegar a la Argentina, con el único fin de buscar algo mejor. Tenia 700 dólares cuando llegamos, pensé que esto de la cuarentena no iba a durar tanto, pero ya me he agotado los recursos en comida para los niños sobre todo y quede en la intemperie, lo único que me queda es vender este teléfono y poder conseguir ayuda.”

“Nosotros hacemos la cuarentena donde sea, tenemos mucha precaución en la calle, pero ya estamos agotados física y psicológicamente. Mi intención solo es armar nuestras carpas, pero no nos autorizan a pasar, no hemos almorzado, ni hemos desayunado aun hoy, estamos pendientes de hacer una leña para poder cocinarles a los niños un poco de pollo.”

Además, José señaló las bajas temperaturas que azotaron estos días la región, y como lo vivieron a la deriva: El clima que presenciamos aquí, no es el mismo que el de nuestro país. Estuvimos en la calle con temperaturas de 5 grados bajo cero. No es humano. Hoy a las 5 de la mañana me fui de la casa de Rubén para no perjudicar a la comunidad. Sentimos que nos pidieron que saliéramos de Recreo, sólo descansamos allá y nos fuimos hoy temprano.”

Por último, José concluyó con un pedido: “Le doy gracias a Dios día a día, pero imploro desde mi corazón, alguien que tenga un techo para ir a hacer la cuarentena, es lo único que estamos buscando.”

El número de contacto para colaborar con la familia es: 3816 54-9040.


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