Llegan al país casi 2 millones de la iniciativa Covax

De acuerdo con los últimos datos del Monitor Público de Vacunación que puso en marcha el Ministerio de Salud de Nación para garantizar la transparencia en la distribución de las vacunas, ya fueron distribuidas en el territorio nacional un total de 2.179.110 dosis de vacunas de los tres laboratorios que cuentan con autorización en el país.

Las primeras partidas llegaron el 24 de diciembre pasado, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas que trajo desde Moscú 300 mil dosis. Con los viajes sucesivos, el país recibió un total de 2.470.540 dosis de Sputnik V (1.660.540 de la dosis 1 y 810.000 de la dosis 2).


A estas vacunas se suman 580 mil de la Covishield, producida en India por el laboratorio Serum Institute para Oxford-AstraZeneca, uno de los más importantes del mundo.

Además, ya hay un stock de un millón de dosis de la vacuna china Sinopharm, que arribaron en dos envíos, el primero de 904 mil unidades, que estuvo a cargo de un vuelo de Aerolíneas Argentinas y que aterrizó en Ezeiza desde Beijing, y las restantes 96 mil, que fueron recibidas el domingo en un vuelo de línea de Air France/KLM.

El sábado, comenzó en el país la distribución de 492.400 dosis de la vacuna Sinopharm, producida por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing, de la República Popular de China y que en Argentina fue autorizada el 21 de febrero por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat).

El sábado comenzó en el país la distribución de 492.400 dosis de la vacuna Sinopharm.

El sábado comenzó en el país la distribución de 492.400 dosis de la vacuna Sinopharm.

El pasado 9 de febrero, el Ministerio de Salud de la Nación le otorgó a la vacuna Covishield -producida en India- el uso de emergencia, tras considerar que “se presenta como una herramienta terapéutica segura y eficaz de acceso para que nuestro país baje la mortalidad, reduzca la morbilidad y disminuya la transmisibilidad de la enfermedad Covid-19 producida por el virus SARS-Cov-2.

Tanto la Sputnik V como la de AstraZeneca utilizan “vectores” que llevan la información genética del virus a las células para que pueda desarrollarse la inmunidad.

A diferencia de la Sputnik V o la de AstraZeneca, Sinopharm trabaja con “virus inactivado”, una tecnología más tradicional que ya se usa en otras inmunizaciones como la de hepatitis o poliomielitis. En esta versión, el virus es modificado genéticamente para que no pueda desarrollarse pero sí le permita al cuerpo generar una inmune.


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