Ignacio Alfonso Garrone y Romeo Díaz Duarte, los abogados del médico del sanatorio Mayo, Fernando Alarcón, acusado de haber estado alcoholizado en momentos en que una paciente se medía entre la vida y la muerte, explicaron que su defendido no tenía vestigios de alcohol en sangre.
La aclaración se dio este lunes mediante una conferencia de prensa montada en el estudio jurídico de Díaz Duarte donde los defensores indicaron que el examen de alcoholemia practicado, que se llevó en el marco de la que causa que conduce el fiscal Roberto Apullán, dio negativo. «El doctor no estaba borracho ni tenía vestigios de alcohol”, explicaron los letrados.
En torno a si el profesional de la salud se encontraba bajo el efecto de un psicofarmaco, los abogados advirtieron que el viernes le realizaron una nueva pericia, la de orina, en la Comisaría Nº 12 de Santo Tomé pero que de la misma no participaron ya que no fueron convocados. «Se dio en circunstancias en que no fue citada la defensa y por eso nosotros no estuvimos para controlarla», resaltó Alfonso Garrone. «Tenemos dudas sobre esa pericia que se realizó 12 horas después lo que es llamativo», acotó.
Participación
Sobre cómo se dio el suceso, ambos abogados señalaron que el jueves por la mañana, el médico se encontraba de guardia en el sanatorio Mayo y cerca de las 7 de la mañana fue alertado sobre una paciente que se encontraba con un paro cardiorespiratorio.
Por ese motivo, el doctor asistió al lugar e intervino en trabajos de reanimación y entubamiento de la paciente. Posteriormente, se retiró de los trabajos ya que dejó que trabajen otros profesionales de la salud que estaban en el momento en la sala. «Esa actitud pasiva de él era porque se había retirado de la reanimación. Esto está corroborado por los testimonios», destacó Díaz Duarte.
En esa línea, el abogado penalista sostuvo que cuenta con un video que será aportado a la Fiscalía y donde se ve al médico Alarcón realizar un entubamiento en todos sus cabales.
Posteriormente, se dio el momento en que terminó siendo grabado por el hijo de la mujer fallecida y donde fue increpado -y golpeado- por su desempeño. Tras esa tensa situación, el médico se fue del sanatorio Mayo por la puerta de atrás y se dirigió caminando hacia su propiedad del barrio Candioti Sur.
La detención
Cuando llegó a su domicilio, tomó un medicamento y se acostó a dormir. Minutos después recibió el llamado de un amigo que le alertó sobre la trascendencia pública que había tomado el incidente con la paciente en el sanatorio. A raíz de ello, Alarcón convocó a sus abogados y bajó a la calle ya lo iban a pasar a buscar. Minutos después, volvió a entrar a su domicilio. Es en ese entonces cuando agentes policiales lo reconocieron y fueron a buscarlo hasta su casa.
“Policía Motorizada lo ve e ingresar al departamento. No sabemos como entra la policía, creemos que un vecino les abrió. Lo sacaron del departamento, lo requisaron y se lo llevaron detenido. El doctor no fue aprehendido en la vía pública, el doctor en ningún momento se fugó», resaltó Díaz Duarte.
Intervención judicial
El caso tomó estado público el pasado jueves y por el mismo los familiares de la mujer fallecida en el sanatorio Mayo radicaron una denuncia en un Centro Territorial de Denuncias. La misma fue informada al fiscal en turno, Roberto Apullán, quien tras intentar cotejar lo sucedido dispuso la detención de Alarcón ya que no lo encontró en el sanatorio.
En horas del mediodía, el médico fue detenido por agentes de la Policía Motorizada -hecho cuestionado por la defensa- y puesto a disposición de la Justicia. Cerca de las 14, peritos de la investigación le extrajeron sangre para establecer si tenía alcohol.
Un día después, el fiscal ordenó que sea liberado al sostener que no existían elementos de riesgo procesal (fuga o entorpecimiento a la investigación) para mantenerlo privado de su libertad.
De todas maneras, Apullán aclaró que no fue desvinculado de la causa que por el momento fue caratulada como «homicidio culposo».
Fuente: Uno Santa Fe