El discurso del presidente Javier Milei por cadena nacional abordó el eje central de su programa económico y, de cara a las elecciones, político: priorizar el equilibrio fiscal para reducir la inflación. Ningún otro objetivo está por encima y así lo prueban los dos anuncios incluidos en el mensaje, cuyos efectos prácticos lucen limitados al menos en lo inmediato.
Milei anticipó que instruirá al ministerio de Economía para prohibir que el Tesoro financie sus gastos corrientes con emisión monetaria. También decidió enviar un proyecto de ley al Congreso para establecer una regla fiscal estricta que imponga un ingreso a cada gasto y, además, sanciones a legisladores o funcionarios que la incumplan.
“Estas medidas parecen abstractas”, señaló el Presidente, pero a la vez aclaró que enmarcan la decisión de vetar las leyes que recientemente sancionó el Congreso. Al no poder tomar deuda en el mercado internacional de crédito, el Gobierno considera que la única vía para enfrentar ese gasto adicional sería emitir o subir impuestos. Milei se niega a las dos opciones, ya que como dijo ayer, “si quieren volver atrás me van a tener que sacar con los pies para adelante“.
Milei enviará un proyecto de ley al Congreso para “penalizar la aprobación de presupuestos nacionales que incurran en déficit fiscal”. La iniciativa impone “una regla fiscal estricta que le exige al sector público nacional obtener un resultado financiero con equilibrio o superávit. Todo nuevo gasto o recorte de ingreso que afecte este resultado deberá implicar un recorte de la misma proporción”.
El Congreso, dijo Milei, “está impulsando gastos sin explicar su fuente de financiamiento” y que ello implica “más impuestos que destruyen el crecimiento económico, o más deuda causando un genocidio contra los jóvenes, nuestros hijos, nuestros nietos y las generaciones futuras, o más inflación, que golpea especialmente a los sectores más vulnerables que ellos dicen defender”.
También los acusó de “atentar contra el programa económico del gobierno y de la prosperidad de los argentinos“ y imponer ”el gran impuesto no legislado que es la inflación».