Monte Vera: se cumplió un año de la muerte de su esposa por COVID-19 y le hizo una emotiva carta

Julio Sosa redactó una emotiva carta a su esposa que muriera hace un año al contraer COVID-19. En las palabras la recuerda con profundo sentimiento y brinda motivos para seguir adelante. Ese mismo año perdió a 4 familiares también por coronavirus.

El pasado 24 de mayo falleció Susana Isabel Sandobal, vecina de Monte Vera y esposa de Julio Sosa. “Su”, así la conocían sus amigos y allegados, contrajo coronavirus y permaneció internada unos días hasta que su cuadro empeoró y terminó muriendo dejando a su familia compuesta por su esposo y una hija.


Julio es veterano de Guerra. Participó en el combate en Malvinas. Es una persona muy respetada y querida en la localidad.

El año 2021 fue muy cruel para la familia. Fallecieron por coronavirus en menos de 30 días: Rosalia Sandoval (hermana de Susana), Leonarda Mabel Sandobal (Hermana de Susana), y Víctor Eugenio Veron (marido de Leonarda) y Gabriel Romero (madre de Susana), esta última no falleció con cuadro de Covid.

La carta de Julio a su esposa Susana Isabel Sandoval

Hoy no es un día tan especial, es un día diferente, triste y nublado, hoy, a un año de la partida de mi Amada Esposa con la cual íbamos a cumplir 30 años de Matrimonio, pero la muerte física, me la arrebato…

Aquella mañana del 9 de mayo antes de salir de casa le dije “Negra, Te quiero mucho, Te amo, te quiero de regreso en casa, pero no regresó… Nos abrazamos, la besé y solo me dijo “orá y sé humilde” Días más tarde la visité a solo unos tres metros de distancia me dijo “Papi, no doy más, cuida la nena porfi”…

Aquel fatídico día como hoy 24 de mayo a las 10 hs, nos avisan desde el hospital, que falleció… se apagó su reír sonoro…Simplemente se mudó de domicilio, a las Moradas Celestiales con él y Mi Padre Celestial al que ella tanto adoraba e intercedía… Era una guerrera, y partió de ésta tierra como un soldado que muere de pie…

Recordaremos junto a mi hija la clase de madre y esposa que era, la unidad que teníamos, siempre juntos en las buenas y malas, pero en cada situación que nos tocaba atravesar siempre la búsqueda y dirección de Dios en lo que fuere. Charlábamos horas y terminábamos orando, adorando a Dios siempre…

Discutíamos, nos enojábamos pero siempre a flor de labios el perdón, sin importar de quien fuera la culpa… Por mi parte la recordaré con esa sonrisa con la cual la conocí y me enamoré de una… Fue mi primera novia y esposa… casi 40 años juntos desde que nos conocimos…

En el transcurso del año, no ha sido fácil, me cuesta levantarme cada día, pero trato, me esfuerzo, por mí y por mi hija;

Mientras ella estaba internada, pasaron más de 10 días en que no me alimentaba, solo líquido, muchas noches no dormía, ya no estaba ella a mi lado, lloraba dormido, y he llegado a estar en estado depresivo, en un casi total abandono, solo me levantaba al baño y seguía durmiendo, horas y horas dormía, no tenía noción del tiempo, que día era…

Pero la recordaré por su alegría la cual impartía en el lugar que entraba, el legado que nos dejó, de servicio, de amor y clamor, oración y adoración, aunque ella tenía sus altibajos nos levantábamos mutuamente y sabiendo que Dios era y es nuestro Sostén, que él está en control de todas las cosas, que siempre él está con nosotros…

Muchos no comprenderán el dolor, otros quizás si, por la pérdida de un ser querido, solo aquel que lo ha vivido puede comprenderlo…

No fue un Adiós, sino ¡Hasta Luego!


Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.