Los combustibles experimentaron notables aumentos en la ciudad de Santa Fe, y en el caso de la empresa petrolera Shell, las pizarras de las estaciones de servicio sufrieron la tercera modificación en una misma semana.
En la capital, el litro de nafta súper alcanza los $662, marcando el tercer aumento durante la semana. La situación se replicó en las estaciones de GNC, donde, a tan solo 72 horas de un incremento anterior, el valor del combustible sufrió otra alza, pasando de $269.90 a $359.90.
Este último aumento generó sorpresa y preocupación entre los usuarios, ya que constituye el tercer ajuste en una misma semana.
Precios de combustibles de Shell en Santa Fe:
- Súper: $662.
- V-Power: $795.
- Fórmula Diesel: $740.
- V-Power Diesel: $825.
Desde la Cámara de Expendedores de Combustibles, se explicó que «el precio del combustible en Argentina estaba rezagado en comparación con los valores internacionales de referencia en países de la región». A pesar de los incrementos actuales, el precio en el país aún se mantiene por debajo de los valores de referencia históricos, considerando el tipo de cambio oficial y la relación con el valor internacional del combustible. Esto sugiere que podría haber margen para ajustes adicionales.
Mariano Boz, miembro de la Cámara de Expendedores de Combustibles, indicó que» este aumento no solo responde a la evolución del tipo de cambio, sino también a las políticas impositivas que estuvieron congeladas en los últimos años«. La posible modificación de estos impuestos podría resultar en un incremento adicional en los precios en los meses venideros.
Es relevante destacar que, aunque los aumentos se reflejan notoriamente en los precios al consumidor en estaciones de servicio, el sector mayorista también ha experimentado aumentos significativos, cercanos al 47-48%. Esto evidencia una presión adicional en los costos de traslado y logística para diversos sectores productivos.
En cuanto a las proyecciones futuras, la incertidumbre prevalece. La intervención estatal en el sector, especialmente en empresas como YPF, donde el gobierno posee el 51% de participación, podría influir en la dirección de los precios. No obstante, se espera que, si continúa la tendencia actual de aumentos, no haya modificaciones en el corto plazo hasta fin de año.