Un tramo del muelle del Dique 1 del Puerto de Santa Fe se derrumbó esta semana en el mismo sector donde ya había ocurrido un colapso a principios de 2022. Pese a las vallas y balizas instaladas en su momento para restringir el acceso, el deterioro de la infraestructura —que supera los 100 años de antigüedad— volvió a manifestarse, reavivando preocupaciones sobre su seguridad.
En febrero del año pasado, el derrumbe de un sector del muelle llevó a colocar cercos perimetrales, carteles de prohibición y balizas acuáticas para evitar que embarcaciones se acercaran a la zona comprometida. Sin embargo, las medidas no impidieron que la estructura siguiera cediendo.
Fuentes del Ministerio de Producción explicaron que el último colapso se debió a la combinación de la estructura envejecida y la bajante histórica del río Paraná, que expone y debilita aún más los pilotes y bases del muelle.
Ante el nuevo incidente, las autoridades decidieron reforzaron el balizamiento en tierra y agua. Enviando, además, una solicitud formal a la Decana de la Facultad de Ingeniería de la UNL para realizar un nuevo estudio estructural que evalúe riesgos y posibles soluciones, pero, insistieron en que «no hay peligro inminente», aunque mantienen el área restringida.
