El riesgo sanitario de cada localidad, será el parámetro para que Provincia y Nación determinen la flexibilización en cada zona.
Luego de los anuncios del Presidente Fernández este fin de semana, quedó latente la posibilidad de liberar algunos pueblos y ciudades de la cuarentena. Esto podría hacerse partiendo de una solicitud presentada por la autoridad comunal, acompañada de un diagnóstico local y regional que será intervenido por los comité de crisis departamentales y las autoridades regionales, aunque la ultima palabra la tendra Nación. Por el momento en la provincia santafesina, la intención que prevalece es tomar todos los recaudos necesarios para que lo que parece una ventaja no se torne un riesgo contraproducente.
El secretario de Municipios y Comunas, José Luis Freyre, declaró en una entrevista al Diario El Litoral de Santa Fe, que lo primero que se va a realizar, es el ordenamiento de las nuevas actividades exceptuadas del cumplimiento de la cuarentena, y en paralelo la idea es lentamente reactivar los comercios, priorizando las medidas de protección para los trabajadores. Desde municipios y provincias, controlaran que todo esto se cumpla, junto a los Ministerios de Trabajo y de Salud.
Aparentemente, la densidad demográfica no sería un parámetro definitorio, ya que «hay localidades de 800 habitantes, pero que la mayoría puede haber regresado del exterior, por eso es importante analizar caso por caso» explicó Freyre. En teoría, no deberían tener casos sospechosos, ni personas aisladas ni tampoco ninguno confirmado.
En este caso, al momento, los departamentos que no han tenido hasta ahora ningún caso son: Tostado, General Obligado, San Cristóbal, San Justo y San Martín. El primer paso para liberar una localidad, sería la presentación de una solicitud por parte de las autoridades comunales, con un diagnóstico de la situación y con eso se realiza una evaluación regional para confirmar que si se habilita la medida en la localidad, no afecte a los pueblos aledaños y que se produzca un tránsito indeseado, que derive en una ola de contagios.
Al día de hoy, intendentes y presidentes comunales, manifiestan su incertidumbre y preocupación, ya que por un lado tienen la presión de los vecinos para que la cuarentena se sostenga en su totalidad y por el otro, toda esta situación que genera consecuencias negativas en la economía local. Ambos posicionamientos deben ser considerados por los gobiernos provinciales y nacionales, tratando de implementar medidas que sigan fomentando la prevención del COVID-19 y que a su vez, no sigan desafavoreciendo otros sectores.