Se trata de JIV, un joven de 23 años quien quedó en prisión preventiva por seis robos cometidos en la capital provincial uno de ellos en Arroyo Aguiar, quien junto a una banda amenazó a Martín Yennerich y su familia y terminó robándole su camioneta.
El delincuente fue autor de varios robos durante los primeros días de abril de este año. El jueves 4 de abril subió a un remis en la ciudad de Paraná y obligó a que el chófer le de el vehículo y dejándolo como acompañante condujo unos kilómetros hasta Santa Fe y terminó volcando el coche. La víctima logró escapar.
El ladrón caminó unas cuadras y con un arma de fuego amenazó a dos motociclistas para robarle su moto. A toda velocidad logró escapar.
Unos minutos más tarde JIV intercepta a un hombre que conducía un automóvil y lo amenaza con su arma de fuego para que le entregue el coche, su billetera y su celular.
Pasaron unos días hasta que el domingo 7 de abril, ya en banda con otros delincuentes, llegaron hasta ruta Provincial N°2, acceso a Arroyo Aguiar donde en el camino rural que conecta esa localidad con Candioti visualizaron una camioneta tipo utilitaria. Con armas de fuego amenazaron a sus ocupantes. Se trataba de Martín Yennerich y su familia. El presidente Comunal fue amenazado y tomado como rehén mientras su familia quedó en el medio del camino. Lo dejaron en el cruce de ruta Provincial N°2 y N°5 y siguieron hasta Santa Fe.
El lunes 8 de abril apareció la camioneta abandonada en un baldío. Los delincuentes ya habían robado otro vehículo y se habían acercado a la estación de servicio de Blas Parera y Millán Medina donde robaron 4500 pesos y se cargaron combustible sin pagarlo.
Escaparon de la estación de servicio y a pocas cuadras observaron un vehículo donde se encontraba un hombre con su nieto. Lo obligaron a descender y se fugaron con su auto.
La situación violenta volvió a repetir dejando el auto robado estacionado y golpeando a otro conductor y llevándose su coche.
La fiscal María Lucila Nuzzo Nuzzo le atribuyó al imputado la coautoría de tres robos doblemente agravados. Dos casos, agravante fue por su comisión en lugar poblado y en banda, y por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada.
En el tercer caso, la agravante fue por su comisión en despoblado y en banda, y por el uso de armas de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada.
Por otro lado, la funcionaria del MPA le atribuyó la autoría de tres robos calificados por el empleo de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse.
