Los hechos ocurrieron en el barrio donde mataron a un niño de 11 años tras quedar en el medio una una balacera de narcos. Familiares y vecinos del barrio atacaron las viviendas de los supuestos narcos y las vaciaron.
Este mediodía la Policía realizaba un impresionante operativo en la zona logrando la detención del supuesto narcotraficante que originó el conflicto en el que murió el niño. Al notar la intensión de sacar al presunto asesino los vecinos intentaron hacer justicia por mano propia.
Julio, el papá de Máximo, la mamá y otros familiares, tomaron mazas, martillos y otros elementos y comenzaron a derribar una de las paredes de la casa de los hombres que todos los vecinos señalaban como vendedores de drogas, hacia donde fueron los disparos que hirieron a los niños.
A pesar de la fuerte presencia policial y de que lograron trasladar a unos de los acusados, los vecinos siguieron demoliendo el búnker y llevándose las cosas que estaban en su interior. También derribaron otro supuesto punto de ventas de drogas del barrio.
Finalmente también se llevaron detenida a una mujer, que estaba en el interior del búnker, en medio de los insultos y las agresiones de la gente del barrio.
Finalmente los vecinos terminaron destruyendo por completo las viviendas.




