Qatar University: la ciudad que la selección argentina eligió como bunker

El búnker que eligió la selección argentina para permanecer con su delegación durante el Mundial de Qatar es una Universidad. Aunque en realidad es una pequeña ciudad dentro de la ciudad. “Es como si fuese una ciudad dentro de otra ciudad”, lo define la periodista Jessica Costa, quien recibió una exclusiva beca y se instaló en Qatar University meses atrás.

Está ubicada a metros del barrio de La Perla, más cerca de la sede de Lusail que del centro de Doha. En tiempos normales, la ciudad universitaria alberga a los más prestigiosos centros educativos del país. Puede albergar cerca de 25 mil estudiantes e incluso cuenta con un servicio de transporte interno.


“El bus a veces me lo tomo desde un punto en el medio del campus hasta la estación de metro, que está dentro de la universidad también, y estoy quizás arriba del bus unos 15 o 20 minutos. Hay mucho tráfico a la mañana, es tremendo. Muchos estudiantes vienen en autos y se hacen embotellamientos terribles. Dentro del campus les echamos la culpa a las personas que tienen choferes privados, porque los llaman para que los vayan a buscar y se quedan frenados ahí esperando”, comenta Costa

Ademas comenta que “el ingreso a las instalaciones luego de la liberación de los estudiantes, tiene un control estricto de seguridad y distintos bloqueos con agentes para impedir que los curiosos externos se acerquen al hotel argentino o el español (quien también se aloja allí). Y una vez adentro, a pesar de contar con la credencial de periodista, los controles son minuciosos.”

Qatar University tiene vida propia, cafeterías, es una ciudad dentro de una ciudad. A pesar de esto, no es un lugar abierto a todo el mundo, los controles de ingreso y egreso son muy estrictos.

Por motivos de la cultura árabe, las instalaciones se dividen entre lugares para hombres y mujeres, incluso hay colectivos separados. “Durante la noche, las puertas del hostel femenino en particular se cierran entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana. Las mujeres tenemos que llegar antes de las 11 de la noche o avisar. Si son 11.10 y no llegaste, te llaman. Los hombres se suponen que tienen también una supuesta restricción pero ellos generalmente llegan más tarde”, señala la periodista de 27 años.

Ademas agregó: “Hay una especie de control de chek in-check out cada vez que salimos al exterior. Cuando salimos a la calle tenemos que avisar que salimos y volvemos. Antes no era así, pero ahora está un poco más intenso. Ahora no nos dejan salir caminando, sí o sí tenemos que movernos en Uber, auto o servicio de colectivos. No quieren que la gente pase por la puerta de la concentración de la Selección y se quede sacando fotos”.

Jessica también se encontró con un modelo de nocturnidad, uno de los temas con cierto tabú en la previa del Mundial, adaptado a los visitantes extranjeros: “Es viable ir a fiestas, pero con turistas. Generalmente las mujeres qataríes no van a ir a las mismas fiestas que nosotros. Hay que salir temprano porque acá a las 3 de la mañana cerró todo. Hay clubes y bares. A los primeros la gente va tipo 7 porque a las 12 de la noche cierra. Y los clubes, que están generalmente en hoteles internacionales y se puede tomar alcohol, es hasta las 2 de la mañana. Cualquier persona mayor de 21 años puede entrar”.

La selección argentina vive en uno de los edificios destinados para los estudiantes que fue arreglado a la medida de las exigencias del combinado nacional y la selección española se hospeda en el otro de similares características. Las clases llegaron a su fin anticipadamente para liberar la zona de cara a la Copa del Mundo, por lo que esa vida intensa que tiene durante todo el proceso facultativo se pausó.


Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.