El token $LIBRA, que ha generado controversia por su supuesta vinculación con el presidente Javier Milei y su creador, Hayden Davis, sigue siendo objeto de debate en el mundo de las criptomonedas. Aunque no fue diseñado explícitamente como una «memecoin» (criptomoneda basada en memes o bromas), comparte características clave con este tipo de activos digitales, como su alta volatilidad y su dependencia de la comunidad para ganar valor.
El token, construido sobre la blockchain de Solana, experimentó un crecimiento notable en su valor el pasado viernes 14 de febrero, seguido de un abrupto desplome. Este colapso se debió a que los dueños de los fondos de liquidez retiraron repentinamente 90 millones de dólares, aproximadamente el 80% del dinero circulante en la moneda. Este fenómeno, conocido como «rug pull», es común en el mundo de las memecoins y ha generado alertas entre los inversores.
¿Qué es una memecoin?
Las memecoins son criptomonedas inspiradas en memes, bromas o tendencias de Internet. A diferencia de proyectos cripto más serios, que buscan resolver problemas específicos, las memecoins suelen basarse en el humor y la cultura pop para ganar popularidad. Un ejemplo emblemático es Dogecoin, creada en 2013 como una parodia de Bitcoin y que se convirtió en la primera gran memecoin de la historia.
Según la firma Crypto, las memecoins suelen tener una oferta ilimitada, lo que las hace inflacionarias por naturaleza. Además, su valor puede experimentar cambios extremos debido a su diseño y a la especulación del mercado. Ripio, una de las principales empresas cripto de Latinoamérica, destaca que estas monedas dependen en gran medida del poder de las comunidades para mantenerse relevantes.
El reciente desplome de $LIBRA ha puesto en evidencia los riesgos asociados con este tipo de tokens. Según expertos, el «rug pull» ocurre cuando los desarrolladores o dueños de los fondos de liquidez retiran grandes cantidades de dinero de manera repentina, dejando a los inversores con activos que pierden valor rápidamente. Crypto advierte que los inversores deben desconfiar de cualquier moneda en la que los desarrolladores controlen más del 5% del suministro total de tokens.
En el caso de $LIBRA, la retirada de 90 millones de dólares de los fondos de liquidez ha generado dudas sobre la transparencia y la intención detrás del proyecto. Aunque el token no fue promocionado inicialmente como una memecoin, su comportamiento en el mercado ha sido similar al de otras monedas de este tipo.
Un ejemplo argentino: Magaiba
En el ámbito local, un ejemplo de memecoin exitosa es Magaiba, creada a mediados de 2024 por la comunidad de stream de Círculo Vicioso. Inspirada en un lagarto colorado llamado McGyver, la moneda alcanzó un market cap de 20 millones de dólares y se convirtió en un símbolo distintivo de su comunidad. A diferencia de otros casos, los creadores de Magaiba advirtieron desde el principio que se trataba de una broma y que no debía ser considerada una inversión seria.
Juan Ruocco y Pablo Wasserman, creadores de Magaiba, quemaron parte de los fondos para evitar una inflación excesiva y mantuvieron una postura transparente con sus seguidores. «Literalmente es un chiste, si ponen plata esperen perderlo», expresó Wasserman en una entrevista.
Expertos en criptomonedas recomiendan a los inversores ser cautelosos al operar con memecoins o tokens similares. Algunas de las recomendaciones incluyen:
- Verificar que los fondos de liquidez estén en manos de «direcciones quemadas» para evitar actividades maliciosas.
- Desconfiar de proyectos en los que los desarrolladores controlen una gran parte del suministro de tokens.
- Considerar la inversión en stablecoins, como USDT o USDC, que están atadas al valor del dólar y son menos especulativas.