El día domingo 13 del corriente mes, llega a nuestra ciudad la imagen de la Virgen Rosa Mística, por lo cual se está realizando una convocatoria en el Club Huracán de Recreo. Frente a esto, la Parroquia San Miguel Arcángel realizó un comunicado remarcando que «no avalan este tipo de reuniones y que no surgen de la comunidad parroquial».
Cabe destacar, que años atrás, se realizaron en la localidad de Centeno diversos estudios por supuestas apariciones de dicha advocación. Para esto, se conformó un grupo de peritos, entre los cuales también había sacerdotes, con el fin de confirmar la veracidad de los hechos, los cuales resultaron falsos.
Por otra parte, desde la Parroquia además informaron que hubo un intento de acercamiento con el organizador, pero no se pudo lograr.
Comunicado de la Parroquia San Miguel Arcángel
Enterados de que un grupo de personas promueven la devoción a la Virgen Rosa Mística y que llevarán adelante una misión/celebración en el club Huracán de nuestra ciudad el día domingo 13 de febrero a las 17 horas, la comunidad parroquial aclara que no avala este tipo de reuniones y que no surgen de nuestra comunidad parroquial.
Hace ya varios años en la localidad de Centeno se difundieron unas «supuestas apariciones de la Virgen», para lo cual se conformó un grupo de peritos entre los cuales también había sacerdotes para que se pudiera confirmar la veracidad de dichas apariciones las cuales resultaron falsas. Con motivo de esto han comenzado a trasladarse a distintas comunidades del interior tanto de la provincia de Santa Fe como del resto del país.
La iglesia católica no avala al mencionado movimiento y la comunidad parroquial San Miguel de Recreo tampoco. Participar de este tipo de eventos puede ser perjudicial para la salud espiritual de los creyentes ya que no están en comunión con la ortodoxia católica. No por llevar el nombre de la Virgen significa que lo que se transmite es veraz y mucho menos que está en comunión con la verdad católica. De nuestra parte invitamos a que la Madre de Dios siempre tenga un lugar muy especial en nuestras oraciones, ya que Cristo ha querido asociarla al misterio de la Iglesia.


