Propietarios de salones de eventos tuvieron su primera reunión con funcionarios del gobierno provincial. Tras casi once meses con los locales cerrados, el sector pone expectativas en poder volver a abrir las puertas.
El objetivo principal fue el armado de una mesa de trabajo que tenga continuidad en el tiempo para definir protocolos y delinear la reapertura de las fiestas sociales que se darían, en un principio, con los cumpleaños de 15.
Referentes del sector, que participaron del encuentro destacó el gesto del gobernador Perotti, quien ordenó que el Ministro de la Producción, Daniel Costamagna, encabezara la reunión y de la cual también participaron representantes de las carteras sanitaria, laboral y de la Secretaría de Turismo.
El miércoles los dueños de algunos salones de eventos, tuvieron la primera mesa de trabajo. Allí expusieron todas las problemáticas, «que tienen muchas aristas» detallaron.
Además se mostraron expectantes de los resultados que puedan arrojar las reuniones periódicas con el gobierno, y advirtieron que «todavía no hay fecha de regreso, ni protocolos definidos. Estamos viendo cómo arrancar».
Comentaron con inquietud que «hay clientes que no quieren postergar mas sus fiestas y que piden la devolución del dinero, algo que podría arrastrar el cierre de salones, quiebras; empleados en la calle».
En esa línea, expresaron que los cumpleaños de 15 representan cerca del 70 por ciento del total de fiestas y son la mayor preocupación. «Lo que pasa es que una chica que cumplía 15 años en abril (2020), se encuentra con que ya tiene 16. Con los casamientos es diferente, se suspende hasta que se pueda, pero no en los cumpleaños de 15»
Remarcaron además que el sector «hace un año que está bancando todo con cero ingreso. Somos el único rubro, junto con los peloteros y boliches, que no hemos vuelto a abrir» y lamentaron que el sector todavía esté con las puertas cerradas, mientras se multiplican las fiestas clandestinas y encuentros sociales sin cuidados, ni protocolos.
Cuestionaron también que «no haya existido una política nacional que atienda de manera preferencial a los que no hemos podido trabajar. Porque no es lo mismo trabajar a media máquina, o con protocolos (como lo están haciendo los bares) que directamente tener prohibido trabajar». Y definieron: «Estamos ahorcados, endeudados, no tenemos más recursos».