Se acelera la duplicación de casos de Coronavirus en Santa Fe

Con 12 mil casos confirmados de Covid-19, en pocas semanas la provincia se ubicó en los últimos días entre las tres del país con mayor cantidad de contagios, por debajo de la provincia y la ciudad de Buenos Aires. 

Hace apenas diez jornadas, los casos eran 6.200 y en el concierto nacional a Santa Fe le correspondía el quinto puesto, detrás también de Jujuy y de Córdoba.


El 18 de agosto, con 3.400, estaba octava. ¿Qué pasó en el medio? “Los contagios de coronavirus empezaron a crecer exponencialmente”, explica sin vueltas el investigador del Conicet Jorge Alliaga. Y advierte que la provincia duplica sus casos a un ritmo vertiginoso: cada once días, una de las tasas más altas del país. Cifras que, considera, ameritaban restringir actividades en forma temprana.

A partir de julio, la situación del coronavirus en el interior del país empezó a desmadrarse. Y en Santa Fe se armó la tormenta perfecta. En un momento en que el Amba había un montón de casos, en Santa Fe se mantenía un intenso nivel de actividad. La gente veía la epidemia por la televisión, sin mucha conciencia del riesgo de abrazarse o compartir el mate”, advierte Alliaga, doctor en física, especialista en el campo de los sistemas dinámicos, investigador de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.

Desde el inicio de la pandemia, a través de Twitter y de su página web, el investigador se encarga de analizar los datos divulgados por el Ministerio de Salud de la Nación sobre la circulación del coronavirus y armar los gráficos y tablas que ayudan a comprender cómo se mueve la curva de contagios.

 Actualmente, Santa Fe duplica sus casos cada 11 días, mientras que la provincia de Buenos Aires lo hace en 36, Chaco multiplica por dos sus casos en 40 días y en la Ciudad de Buenos Aires el tiempo de duplicación es de 60 días. Tucumán es la ciudad del país con el indicador más complejo: los casos se duplican cada semana.

Esta cifra es un dato importante para entender la evolución de la pandemia. Refleja la cantidad de días en los que los contagios se multiplican por dos y resulta clave, por ejemplo, a la hora avanzar en las fases del aislamiento y autorizar actividades. Que el tiempo caiga quiere decir que hay más contagio y más circulación del virus.

Alliaga recuerda que “al inicio de la pandemia, en el país los casos crecían al doble cada tres días. Pero como eran pocos casos no nos dábamos cuenta de lo que esto significaba. Pero si no se hubiera restringido la circulación, en diez días habría multiplicado esos casos diez veces y en un mes mil veces”. El investigador compara este índice con otro muy difundido entre los argentinos: la inflación.

Exponencial   

Un crecimiento exponencial de los contagios, afirma, demanda acciones “porque ningún recurso crece en forma exponencial, aun con el mayor presupuesto del mundo podés tener respiradores pero no tenés el personal capacitado, los recursos humanos necesarios”.

Y concluye que “en todos los lugares que quieren contener la epidemia, apenas aparece un foco deciden parar la pelota. Pienso que Rosario tendría que haberse aislado ni bien comenzó la situación a desbocarse, con los primeros casos de circulación comunitaria tendrían que haber cerrado. Porque si hoy parás la pelota vas a seguir teniendo casos hasta diez días después”.

Con información de L.C.


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