La denuncia fue radicada por una empleada del Servicio Penitenciario , quien prestaba servicio en la cárcel de Coronada. El hecho ocurrió en el año 2017, pero la mujer radicó la denuncia el pasado 24 de octubre del corriente año.
La agente del Servicio Penitenciario es de Santa Fe y lleva 36 años de servicio, 14 de los cuales los brindó en la cárcel de Coronda.
Hace tan solo una semana, realizó la denuncia por abuso, denunció que dos superiores la violaron y semanas atrás la cesantearon de su puesto.
Flavia, sufrió amenazas para que no trascendiera lo sucedido. Luego de lo ocurrido, recibió una notificación informándole que estaba despedida. Su esposo que también es penitenciario , a su vez,fue trasladado a otra unidad penal.
Lo ocurrido:
Flavia trabajaba en Unidad Penitenciaria N° 1, de Coronda. Tuvo una licencia psiquiátrica por una labor penitenciaria y al volver a trabajar la trasladaron a otro sector denominado «estacionamiento» que estaba en construcción, sin luz, agua, ni baño. Según las palabras de su abogado, Martín Mazzeo, la joven reclamó por las condiciones del lugar, pero nunca respondieron a sus pedidos.
En una recorrida los superiores se acercaron hasta el lugar donde estaba Flavia, ella los vio llegar y se sorprendió que no estuvieran acompañados de una mujer como indicaba el reglamento.
En ese momento, los hombres -que tenían el cargo de director y subdirector de la dependencia policial- ingresaron al pequeño espacio donde ella se encontraba , intentan mediar dialogo , tras hacerle un comentario sobre un artefacto de calefacción que había en el lugar, uno de ellos se puso detrás de Flavia y le bajó la campera y la sujetó de las manos, mientras el otro superior le rompió el pantalón. Los hombres consumaron la violación y se retiraron.
Ante el hecho, la mujer dijo que iba a denunciarlos y la amenazaron de muerte , no solo a ella sino que también a su esposo que trabaja como penitenciario.
La mujer siguió trabajando en el mismo lugar, bajo amenazas y en una situación insalubre en su ámbito laboral. Por ello, contrajo una enfermedad que la hizo faltar un día a su trabajo y aunque presentó certificado médico, la suspendieron y en agosto iniciaron el pedido de cesantía que se concretó semanas atrás.
Intentó hacer varias denuncias administrativas, habló con la secretaria sobre la situación y le respondió «acá las cosas son así».
Ante el despido injustificado la joven y su abogado interpusieron una acción de Amparo que todavía no tuvo respuesta alguna. La semana que viene se presentarán las primeras pruebas.
Desde la Red de Mujeres Policías de Santa Fe, señaló que los superiores denunciados por violación -que al momento del hecho eran directivos de la Cárcel de Coronda- siguen desempeñando funciones en otras dependencias policiales e incluso “han ascendido”.