Un sobrino de Pablo Escobar encontró 18 millones de dólares “gracias a un hecho paranormal”

Brindó los detalles del hallazgo y dijo que en 1993 fue torturado para revelar dónde se ocultaba su tío, poco antes de su muerte en un tiroteo con la policía.

La vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria sigue dando que hablar a casi 27 años de su muerte. Nicolás Escobar, uno de sus sobrinos, aseguró que encontró un nuevo escondite del capo narco colombiano.


Reveló que en la nueva “caleta” se hallaron 18 millones de dólares, un bolígrafo, una pepa de oro, radios de comunicación, una cámara de fotos y una máquina de escribir, con la que se presume que el líder narco -o algún colaborador suyo- redactaba los famosos folletos amenazantes de Los Extraditables, el grupo que sembró el terror en Colombia.

“Siempre lo he dicho y lo digo con mucho orgullo: soy el sobrino mayor de Pablo Escobar, quien pudo acompañarlo en muchísimas oportunidades. Una persona que el 17 de mayo de 1993 fue secuestrada para saber dónde estaba Pablo. Me torturaron durante más de 7 horas”, narró Nicolás en diálogo con un medio colombiano.

Nicolás contó que el dinero, ya inutilizable, y los objetos fueron encontrados en un departamento ubicado en el sector de Las Palmas, en la ciudad de Medellín, lugar donde reside hace cinco años.

El sobrino mayor de Pablo Escobar reveló detalles sobre cómo dio con ese escondite y lo atribuyó a una situación paranormal dado que, según él, sentía que el lugar escondía algo. “Ahí llevaba yo más o menos unos cuatro años o cinco y cada vez que me sentaba en un comedor y miraba hacia el sitio donde estaba un parqueadero; por el intermedio de esos vidrios, primero empecé a ver un señor que entraba a ese sitio y desaparecía, relató.

Y siguió: “Ahí había una bolsa bastante grande y el olor era impresionante. Ese olor es peor que una mortecina multiplicada por 100”. De acuerdo a Nicolás, el dinero encontrado es “inservible”, debido a su estado y antigüedad. Además, en la cámara de fotos había un rollo pero no pudo ser revelado.

“Cuando hice la exhumación, tenía muy presente el deseo de Pablo, pero pensaba: yo no me puedo llevar de acá todo el cuerpo. Entonces lo que hice fue que cogí una pequeña parte de los huesos de Pablo y me fui hasta Nápoles; abrí el hueco al lado de esa ceiba que Pablo quería y yo mismo le hice mi ritual en mi forma, sin ser cura, padre o absolutamente nada, pero le hice mi ritual para darle cumplimiento a su última voluntad”, contó.

Allí reposa todavía esa parte de Pablo Escobar, a la vista de todos los visitantes que hoy en día aún llegan a Nápoles; un lugar que fue epicentro de las extravagancias del capo colombiano, en donde tuvo un zoológico con animales exóticos como rinocerontes, elefantes, camellos, hipopótamos, cebras; jirafas, grullas, impalas, venados, dantas, canguros, flamencos, avestruces o una pareja de loras negras únicas en el mundo; y que actualmente es un parque natural temático para toda la familia.


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