Una fallecida y evacuados Vera vive el peor momento de su historia: más de 450 mm en seis horas

Llovió 450 mm y colapsó toda la zona urbana. Hay decenas de evacuados y miles de afectados por el fenómeno climático. La gente se organiza para clasificar las donaciones. El sector comercial es uno de lo más perjudicados.


Fue la noche más triste en la historia de Vera”, describió, apesadumbrada, la intendente de Vera, Paula Mitre, en diálogo con medios de prensa nacionales, respecto de la catástrofe hídrica que envuelve desde las 19 del lunes a la ciudad norteña.

Desde esa hora y hasta la bien entrada la madrugada de hoy fueron 450 los milímetros caídos en la zona urbana, un diluvio de magnitud bíblica, inesperado, inmanejable, con secuelas que persistirán más allá del retiro del agua de las calles y las centenares de viviendas anegadas.


La mandataria dijo que “no paraba de caer agua a mares”, y aseguró que “la ciudad tuvo su noche más triste en su historia, una lluvia inédita para la cual la ciudad no estaba preparada. Más de 420 milímetros en el lapso de seis horas y media. Creo que no hay ciudad que esté preparada para evacuar ese volumen de agua en tan poco tiempo”.

La titular municipal relató que “colapsaron los desagües y se anegó la ciudad en completo”, por lo tanto envió su “solidaridad a las familias verenses que anoche han visto entrar agua en sus viviendas y muchas de ellas perder sus mobiliarios, sus electrodomésticos”. “Incluso han pasado la noche, muchas de ellas paradas con el agua a las rodillas o por arriba de las rodillas y sin querer dejar su vivienda ni sus pertenencias, resistiéndose a ser evacuados, justamente por cuidar lo poco que les quedaba”, reseño.


Mitre lamentó que los verenses “hayamos vivido horas de mucha tristeza, de mucha zozobra. Una lluvia inusitada, realmente impensado en la historia. Repito, en la historia de Vera hemos tenido una tormenta tan fuerte, tan brusca, tan intensa. Con momentos que cayeron piedras de gran tamaño, vientos, realmente no paraba de caer agua a mares”.

Campaña sin diferencias

En respuesta a la situación de emergencia que atraviesan varias familias de la zona, la Parroquia local está canalizando la ayuda a través de Cáritas, el organismo que actúa de manera más inmediata en este tipo de situaciones. La asistencia está centrada principalmente en la recolección de ropa, calzado, abrigo y frazadas, con prioridad en prendas de invierno para niños y adultos.

Las donaciones se reciben desde la tarde de este lunes en el Salón de Hermana Carmelina, sede de Cáritas, y también en la parroquia, donde jóvenes del grupo parroquial y de confirmación están llevando adelante una campaña para recolectar ropa, alimentos y útiles escolares. Según señaló el padre Gastón Sancho, muchos adolescentes se solidarizan especialmente con sus compañeros que han perdido materiales educativos.

“Esta tarde, a partir de las 15:30, los jóvenes estarán recibiendo, clasificando y derivando las donaciones que vayan llegando”, explicó el sacerdote a cargo.

Ya se comenzaron a realizar entregas, en coordinación con Defensa Civil, que solicitó colaboración especialmente con ropa. A medida que las prendas son clasificadas, se distribuyen directamente a las familias que más lo necesitan.

Consultado sobre el mensaje a la comunidad, el sacerdote destacó la importancia de la presencia, la cercanía y la empatía con quienes más sufren. “Lo más importante hoy es reconocernos hermanos entre todos y solidarizarnos. En momentos críticos como estos, se diluyen todas las diferencias que muchas veces nos dividen”.

Además, valoró el alto nivel de solidaridad que se ha visto tanto en la ciudad como en localidades vecinas como Malabrigo, Calchaquí, Margarita, Gallareta y Reconquista, donde muchas personas y grupos comenzaron rápidamente a organizarse para brindar ayuda.

“Impotencia”

“Tengo amigos y parientes que perdieron todo. Tengo tanta impotencia porque hay gente que luchó para tener sus cosas y perdieron todo”, se expidió un comerciante de la zona céntrica de Vera, cuyo local se ubica por calle San Martín, la arteria principal que anoche se vio colmada de agua.

“En mi negocio me llevó dos horas escurrir el agua hoy, cerca de 15 centímetros de agua y barro había adentro, se arruinaron los muebles, es un desastre”, se angustió, en tanto llamó la atención sobre que “hay muchas cunetas que hoy a la mañana estaban llenas de agua, o sea que es como que no escurre el agua, como que no tiene salida”.

Durante toda la noche y la madrugada los pedidos de ayuda se repitieron sin cesar en los más diversos puntos de la ciudad, con barrios enteros bajo agua y los vecinos autoevacuados en casas de parientes o amigos por el miedo a irse lejos de sus viviendas y ser objeto de robos.

En todo el ámbito urbanizado se multiplicaron los casos de comercios que sufrieron el ingreso de agua, con el consiguiente deterioro de mamposterías y mobiliarios. 

Asistencia y frío

De acuerdo a un informe oficial del municipio, al mediodía se contaban 117 personas evacuadas, distribuidas de la siguiente manera: CAPS San Martín de Porres 10 adultos y 10 menores, Club Huracán 13 adultos y 13 menores, Club Gimnasia adultos 27 y menores 21.

El ministro de Obras Públicas de la provincia, Lisandro Enrico encabezaba en la siesta del martes una reunión de Protección Civil en la sede municipal junto al secretario del área, Marcos Escajadillo, la intendente Mitre, para coordinar la asistencia a los inundados.

Afuera, había dejado de llover, aunque el cielo continuaba encapotado y un viento sur glacial calaba los huesos. 

INFOVERA

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