El hallazgo de una ruleta y otros objetos de lujo en los calabozos de la Comisaría Tercera fue el detonante para que el flamante jefe de la Unidad Regional I, Adrián Rodríguez –quien asumió el miércoles pasado–, inicie un sumario administrativo a siete agentes de esa dependencia policial y a tres de ellos los pase a disponibilidad.
En la seccional ubicada en la esquina que forman las calles Balcarce y Lavalle, del tradicional barrio Candioti de la capital provincial, durante una requisa se encontraron objetos prohibidos entre las pertenencias que tenían los detenidos. Las celdas en las que se encontraban unos 20 presos vinculados a la Justicia Federal estaban equipadas con aires acondicionados, televisores de alta tecnología y también se secuestraron, entre otros elementos, teléfonos celulares y hasta una ruleta.
Si bien fuentes allegadas a la causa, en principio, descartan que en el lugar haya funcionado un minicasino o una sala de juego clandestino, todavía es materia de investigación cómo llegó ese elemento a las celdas y si solo se trataba de un mero pasatiempo para los detenidos.
El operativo realizado el martes pasado se realizó a partir de un llamado anónimo que advertía sobre un presunto intento de fuga de los presos alojados en esa dependencia. En el lugar se hicieron presentes efectivos del Grupo de Operaciones Especiales y del Cuerpo Guardia de Infantería junto al fiscal Roberto Apullán, quien pidió la intervención de Asuntos Internos debido a las irregularidades con las que se encontró desde un primer momento.
La inspección de aquella mañana estuvo comandada por Juan Pablo Garro en sus últimos minutos como jefe de la Unidad Regional I, antes de tomarse una licencia forzosa debido a las acusaciones de organismos de derechos humanos y entidades judías sobre su admiración al nazismo. Cuando los comandados por Garro ingresaron al lugar a hacer la requisa en busca de boquetes o fallas edilicias que pudieran permitir la fuga, fue que se observó que los detenidos tenían en sus celdas varios bienes que les estaban absolutamente prohibidos.
Materia de investigación
Para deslindar responsabilidades, actualmente se están analizando los libros de guardia de la Comisaría 3ª correspondientes a los últimos seis meses. Eso se debe a que, como el jefe de esa seccional cambió hace un mes y medio, esos documentos servirán a los investigadores para determinar si las irregularidades en esa dependencia se vienen dando desde hace 45 días o más.
Pero como las faltas detectadas fueron muy grandes no habría que descartar que en las próximas horas se le inicie un sumario y se pida el pase a disponibilidad del exjefe de zona, que dejó su cargo el lunes 5 de enero, justo un día antes de la requisa a la Seccional Tercera. Por lo general, lo que está estipulado, casi como una regla no escrita dentro de la fuerza, es que los jefes de zona realicen ese tipo de procedimientos dentro de las celdas de los detenidos con determinada periodicidad de tiempo.