Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, actualmente alojados en la cárcel de Ezeiza desde la triple fuga que sacudió al país entre 2015 y 2016 y que concluyó en la zona rural de Cayastá (departamento Garay), comenzaron a ser juzgados en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe por un tiroteo que tuvo como víctima a un comandante de la Gendarmería Nacional.
El inicio fue unos minutos después de las 9 de este lunes y ante el tribunal de jueces camaristas, María Ivón Vella, Luciano Lauría y José María Escobar Cello, los cuales dieron la apertura del debate con la lectura habitual de la Requisitoria de Elevación a Juicio propuesta por el fiscal general, Martín Suárez Faisal.
Los celebres exprófugos, comenzaron a ser juzgados bajo la modalidad de videoconferencia desde el penal de Ezeiza, lugar en donde se encuentran alojados desde su captura en la provincia de Santa Fe. Allí permanecerán a lo largo del debate que continuará durante la jornada del martes y el cual contará además, el miércoles, con una inspección ocular en la zona rural de Matilde, donde se tirotearon con gendarmes y robaron una camioneta de la fuerza.
En el inicio del debate, ninguno de los tres imputados quiso declarar y dar su versión de los hechos. Solo Cristian Lanatta deslizó que todo lo que pasó –por la evasión y su posterior fuga– fue a raíz de la causa que los condenó por el triple crimen de General Rodríguez, en el cual murieron los empresarios vinculados al negocio de la efedrina, Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina ocurrido en el 2008.
El hombre y la soja
El plato fuerte del primer día fue cuando declaró el primer testigo citado por la Fiscalía. Se trata de Roberto Aníbal Encina (52), quien al momento de los hechos se desempeñaba como suboficial principal de la
Unidad de Procedimientos Judiciales de Gendarmería de Rosario y fue quien junto con el comandante José María Valdez advirtieron a los Lanatta y Schillaci, en el interior de un campo de soja ubicado en la zona rural de Matilde (departamento Las Colonias).
En su declaración, Encina contó que aquel día, el 7 de enero del 2016, fue convocado para participar de tres allanamientos en la zona, los cuales eran dirigidos por el comandante Luis Brignoni. Según explicó, su rol en dicho operativo era trasladar testigos de actuación hacia la inmuebles allanados. Tras concluir con las tareas partió de los domicilios allanados a bordo de una camioneta Citröen Berlingo blanca, no identificable, de la Gendarmería. En la misma iba a bordo también Valdez, el cual la conducía.
En ese momento Encina explicó que Valdez advirtió que un hombre que se encontraba en un campo se tiró al suelo. «Hombre se tiró en la soja», dijo el testigo sobre lo que comunicó en su momento Valdez por la frecuencia radial de la fuerza.
Los dos se dirigieron hacia el campo, dejaron la camioneta estacionada, saltaron una cuneta y se adentraron en el sojal. Caminaron unos pasos y gritaron «levántese, Gendarmería Nacional», siempre en posición de prevención, hasta que fueron sorprendidos por tres hombres que se pararon a la vez y con armas de grueso calibre los apuntaron. «La orden era no disparar», contó Encina.
El suboficial detalló además que dos de los sujetos fueron hacia él mientras que el otro hombre apuntaba a Valdez con un arma de fuego tipo FAL. «Dame el arma boludo, no te quiero matar», le dijo uno a Encina. Segundos después, se escuchó un disparo. Se trataba del balazo que realizó uno de los prófugos y que impactó, con entrada y salida, en el brazo derecho de Valdez. Los forajidos huyeron del campo y abordaron la camioneta de la fuerza, la cual se encontraba en posición hacia el este.
Al respecto, la defensa de los imputados a cargo del defensor oficial Julio Agnoli preguntó si los vio apurados a lo que Encina recordó: «Sí, como que querían salir corriendo». Posteriormente, el fiscal Suárez Faisal le solicitó a la jueza Vella si se le podía exhibir una foto para ver si reconocía a quien le robó sus pertenencias. El resultado fue contundente. Con su dedo índice el gendarme reconoció a Cristian Lanatta como el autor del robo. «Sí, ese es», dijo.
A punto de finalizar su testimonio, Martín Lanatta sorprendió por el televisor y agarró el micrófono. «Doctora, doctora», exclamó e interrumpió el debate para poder hablar con su abogado situación que generó un cuarto intermedio en la audiencia.
El chaleco que falta
Reanudado el debate, los jueces le exhibieron a Encina los elementos secuestrados a los imputados, entre ellos un chaleco antibalas color negro para que reconozca si era el que le fue sustraído en el sojal del campo de Matilde. El suboficial lo reconoció al igual que el arma de fuego que portaba en ese entonces.
La incógnita se generó en la sala tras revelarse que el chaleco que tenía puesto Valdez en esa oportunidad no forma parte de los efectos secuestrados, situación que causó asombro tanto en la Fiscalía, como así también en el tribunal. Inclusive, en el propio fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Estanisalo Giavedoni, que impulsa la otra causa de los prófugos y el cual asistió como público al juicio.
La balacera
Después de Encina, pasó por la sala el comandante Hugo Emilio Castillo, quien relató cómo fue la persecución de los prófugos por los caminos rurales linderos al campo donde fue herido Valdez. Según comentó, el seguimiento se dio a toda velocidad, a bordo de una camioneta VW Amarok, y cuando se encontraban muy cerca recibieron disparos de arma de fuego en la zona de la parrilla del vehículo y en el capó. En tanto, indicó que él mismo disparó al menos cinco veces contra la Citröen Berlingo en donde iban los Lanatta y Schillaci.
Lo esperan
En la primera jornada de juicio el testimonio que faltó fue el del comandante Valdez. El mismo había sido citado para después de la declaración de Encina pero no pudo ser encontrado por las autoridades competentes.
Minutos después de que se inició el debate un secretario del tribunal ingresó a la sala y comunicó que el comandante no había podido ser localizado debido a que el mismo se encuentra prestando tareas en la embajada Argentina en Paraguay.
Por ese motivo, se informó que el mismo tendrá que arribar a Santa Fe en la jornada de mañana para su declaración ante el tribunal de jueces camaristas.
Asistidos por un santafesino
El inicio del juicio generó un dato curioso en la mañana de este lunes. Es que quien asiste y se encuentra encargado de parte de la transmisión en el penal de Ezeiza es un exfuncionario judicial de la ciudad de Santa Fe.
Se trata de Ricardo Fessia, el cual se desempeñó como Fiscal Regional de la Circunscripción Nº 1 hasta que renunció a su cargo, el 15 de octubre del 2015. Actualmente se encuentra como Delegado del Consejo de la Magistratura.
Fuente: Uno Santa Fe