En el día de hoy se llevó a cabo la segunda jornada de declaraciones de testigos del crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en la localidad costera de Villa Gesell.
Lucas Filardi, amigo de Fernando, no se borra al día de hoy la imagen de cuando los rugbiers atacaron al joven y lo mataron en frente del boliche Le Brique. “Había cuatro o cinco personas pegándole a Fernando”, dijo.
Además, recordó que, tras haber sido expulsados del local bailable, él estaba a su lado. El joven señaló con un puntero su ubicación en la vereda, en una pantalla en la que le exhibieron fotografías de las inmediaciones del local bailable.
El abogado querellante Fabián Améndola le preguntó quiénes de los acusados le habían pegado a Fernando y él dijo que no recordaba sus nombres, pero sí señaló quién le había pegado a él: “Creería que Luciano Pertossi”.
Por su parte, Fernando Burlando, le consultó cómo fue el primer golpe a Fernando: “Una piña muy fuerte en la cara, para desestabilizarlo y fue repentina”. También agregó que «a Fernando le pegaron una piña que lo tiró al suelo, y que cuando quiere levantarse, le empiezan a dar patadas».
Incluso, fue más allá: “Sé que fueron patadas en el pecho y en la cabeza”. A tal punto que gesticuló cómo fueron esas patadas y dijo que eran con “mucha saña”.
“Lo que recuerdo es que había tres o cuatro pegándole a Fernando y un par evitando que nos acerquemos nosotros, yo que estaba más cerca, por ejemplo”, agregó sobre lo vivido aquella madrugada.
Sobre el final de su declaración, y ante la insistencia de los abogados por que recordara quienes fueron los agresores, Filardi identificó a Máximo Thomsen y Luciano Pertossi. «Thomsen le pegó en el pecho y el que me pegó a mí, Luciano Pertossi, le pegó en la cabeza», concluyó.
