¿TENER FRÍO ES PSICOLÓGICO?

En reiteradas ocasiones, es muy común escuchar: “El frío es psicológico”. Algunos lo afirman con seguridad, otros, lejos de eso, aseguran que todo responde a una cuestión climática.


Respecto de esta cuestión particular, el año pasado, un periodista español llamado Javier Dysart escribió lo siguiente, durante el invierno europeo:

“Desconocía que el sentir frío o calor es cuestión de sensaciones. Además pinta mucho el factor psicológico. O sea, son cosas del psique. Es simplemente una síntesis de los caracteres espirituales y morales. Lo dicho. Cuestión de sensaciones. Según mi estado de ánimo puedo sentir calor o frío a la carta. Depende el momento y la situación. Tenía entendido que los descensos termométricos, el frío, es consecuencia de la bajada de la temperatura atmosférica, y el ascenso termométrico, el calor, se debe a lo contrario, a la subida de la temperatura.
Por lo visto no es lo que parece. Lo que hasta ahora creíamos es falso. Puro cuento. Según un experto de la Agencia Española de Meteorología, ‘Aemet’, el frío que estamos padeciendo desde que se puso a rodar 2013 es sólo “psicológico”. Dice el experto en fríos y calores que puede parecernos que el invierno de este año, 2013, se ha alargado y se está solapando con el verano, anulando la primavera. Puede también parecernos que sea uno de los años más fríos de la última década. Pero se trata de un factor “psicológico”.


En definitiva, que las prolongadas, sucesivas y continuadas jornadas de frío que venimos padeciendo desde enero, no son reales. Sentimos frío por cuestión psicológica. Si para combatir las bajas temperaturas que diariamente registran los termómetros tenemos que encender la calefacción, estaremos haciendo el tonto. Además demostraremos que somos unos auténticos despilfarradores. Los expertos consideran que los termómetros no están registrado una actividad anormal este año. A pesar de que ha sido una primavera lluviosa y no excesivamente soleada, las temperaturas y las precipitaciones entran dentro de los registros normales. El estudioso meteorólogo dice también que la percepción generalizada de la desaparición de la primavera es más “un factor psicológico” que una realidad.

Pues nada. A partir de ahora sobran las quejas y los análisis sobre el frío y el calor. Todo es cuestión del psico. Sabemos que nuestros cuerpos acusan con precisión los cambios termométricos. Detectan con especial sensibilidad tanto las bonanzas ambientales como la subida y la bajada de las temperaturas. Cuando hace frío el cuerpo se entumece, entra la tiritona, y hasta podemos morir por congelación. El calor por el contrario nos provoca bochorno, nos hace sudar y, si es en exceso, nos provoca asfixia. Pero no pasa nada, tan solo son efectos psicológicos.


Desde que el presente año comenzó su andadura, el frío y las bajas temperaturas está siendo referente del solsticio invernal y del equinoccio de primavera, lo cual nos permite decir que está siendo una de las etapas más frías, húmedas e inestables de las últimas décadas. Esta sensación se puede deber, a tenor de las consideraciones de los expertos de Aemet, a que somos insensibles a los factores psicológicos.”

Fuente: ReEditor.com

 


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