Una cabina de DJ sobre un camión y una “falsa fiesta”, fue la puesta en escena que eligieron los empresarios de boliches y salones de fiestas rosarinos para reclamar la reapertura de los establecimientos, cerrados desde el inicio de la pandemia.
La manifestación comenzó este lunes, minutos después de las 11. Partieron desde bulevar Oroño y avenida Pellegrini. Al reclamo, se sumaron, además, distintos trabajadores de eventos, como fotógrafos, wedding planners y ateliers de novias y quinceañeras, entre otros.
Argumentaron que la reapertura servirá para frenar la proliferación de fiestas clandestinas y señalaron incluso que muchos trabajadores de eventos han recibido propuestas laborales para este tipo de encuentros prohibidos.
“Queremos que nos den la oportunidad de trabajar en formato de bar y darle a los chicos una diversión segura. Cada día es peor. Ya lo dijimos en su momento. Las fiestas clandestinas, con la llegada del calor, se iban a intensificar o poner más peligrosas, y es lo que está ocurriendo”, señaló Juan Pueyrredón, referente de la cámara que agrupa a los bolicheros y dueños de salones de eventos.
Los representantes de los salones de fiesta y de los boliches entregaron en mesa de entrada del municipio un petitorio dirigido al intendente Pablo Javkin con todos los reclamos e hicieron los propio en la sede de Gobernación.
“El sector que está sin trabajo es muy grande. Es imperioso que nos presten atención. Es como que los chicos tienen como una forma de diversión una fiesta clandestina. No nos parece justo, ni para los chicos ni para nosotros. Sabemos que no se pueden erradicar las fiestas clandestinas, pero con estas medidas podemos disminuir ”, agregó Pueyrredón.