EL MINISTERIO DE SALUD BRINDÓ RECOMENDACIONES FRENTE A LA PRESENCIA DE ALACRANES

Así lo indicó la titular del organismo, Andrea Uboldi, recordando que el peligro de estas picaduras proviene “del veneno que deja cuando una persona toma contacto accidentalmente con uno de ellos y que en los casos más extremos puede ser de suma gravedad”.


Adelantó que desde el Programa Provincial de Control de Zoonosis y Vectores recomendaron además una serie de acciones a fin de evitar estos accidentes

 


MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Las medidas de prevención incluyen evitar la posibilidad de contacto con un alacrán, mantener el hogar y alrededores libres de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas, tapar las grietas u orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si estas son de ladrillo hueco y sellar las cámaras de las cloacas.


También se mencionó colocar malla metálica en las rejillas de las casas, utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas; si encontró uno en la casa, revisar la cama antes de acostarse, no dejar ropa en el suelo y si ello sucede sacudirla ante de utilizarla y revisar los zapatos sobre todo los de los niños antes de colocárselos.

 

CÓMO RECONOCER A UN ALACRÁN

Respecto a cómo reconocer a un alacrán, Uboldi explicó que el Tityus Trivittatus es la especie que con “más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras”.

La longitud total en un ejemplar adulto de alacrán es entre 40 y 65 mm., generalmente de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso, los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas, y un par de quelíceros (apéndice prensor).

 

DÓNDE SE LOS ENCUENTRA

En cuanto a donde se los encuentra, la funcionaria dijo que es un animal de “hábitos nocturnos permaneciendo oculto durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles, es frecuente encontrarlos en lugares habitados por el hombre en sitios con maderas caídas, escombros, tejas, ladrillos, (ámbito peri domiciliario), pero además, dentro de las casas en grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, detrás de cuadros, bajo los muebles o entre la ropas y los zapatos”.

Fuente: Agenciafe


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